Pezzolano, año I en el Real Valladolid
El técnico uruguayo del Pucela cumple un año en el cargo, con el desafío de devolver al equipo a Primera, donde lo cogió.
El Real Valladolid cambió el paso hace hoy un año. La goleada encajada por el equipo en el Bernabéu y el consiguiente despido de Pacheta desembocaron en la contratación de Paulo Pezzolano, tal día como hoy en 2023. El uruguayo había liderado al otro club de Ronaldo Nazário, el Cruzeiro, en Brasil con una gran campaña, pero al llegar el torneo estadual decidió dimitir. El entrenador afirma que por cansancio, la prensa brasileña explicó que había diferencias por los fichajes realizados... lo cierto que unas semanas después el técnico era requerido para el otro equipo de “O Fenómeno” que cogía al equipo tras la jornada 27 con 28 puntos, fuera del descenso.
Su prometedor inicio, con un empate (3-3) frente al Mallorca y dos victorias consecutivas, tremenda ante el Villarreal (1-2) y Girona (1-0), dejaban al Pucela con 35 puntos en la jornada 30. Faltaban ocho jornadas y la salvación estaba a en la mano, pero entonces llegó el partido de Valencia (2-1), donde todo se torció. El gravísimo error de Masip, la lesión de Amallah y el gol sobre la bocina de Javi Guerra dejaron muy tocado a un equipo que sumó cinco derrotas consecutivas. El pesimismo empezó a crecer, el técnico atendió en entrevista exclusiva a As y cuando menos era esperados, los pucelanos vencieron al Barcelona (3-1) en Zorrilla y la permanencia se colocaba a falta de una victoria en Almería o en Getafe. Sin embargo, el equipo de Pezzolano no disparó entre los tres palos en 180 minutos, firmó dos empates y descendió por un punto.
12 horas después del descenso, Ronaldo Nazário, dueño y presidente del Real Valladolid, confirmó, en una esperpéntica rueda de prensa, a Fran Sánchez, como director deportivo, y Paulo Pezzolano, como entrenador, pero la mala planificación de la pretemporada con escasos partidos y sin estadía, más la tardanza en la realización de fichajes y las dudas de Paulo André, director del área de estrategia deportiva, desembocaron en el despido del encargado de fichajes alicantino y la llegada de Domingo Catoira a 10 días de que comenzara la Liga. Paulo Pezzolano, además, tuvo varias ofertas para volver al continente americano en verano y decidió quedarse... ¿a qué precio? A ser el jefe, “le entregaron las llaves del club”, como afirman varias fuentes consultadas por AS.
Con un verano tan convulso, y pese a la victoria inicial ante el Sporting (2-0), el equipo llegó a estar en puestos de descenso tras sumar cuatro partidos sin ganar, sin embargo cinco victorias consecutivas hicieron remontar el vuelo al equipo que llevó al Pucela a los puestos de playoff, de donde entra y sale porque desde las jornadas 14 y 15 no gana dos encuentros seguidos y porque no suma los tres puntos a domicilio desde la 17, en Huesca, con derrotas tan dolorosas como en Albacete, Villarreal B o Andorra.
Y, por el medio, sus disputas con Julio Baptista, entrenador del Promesas, que se quejó amargamente de la gestión que hacía el uruguayo de sus jugadores hasta que un día estalló, lo dijo públicamente y fue despedido. Tampoco su relación con la grada es buena. Pese a la petición de unidad por partela temporada puede acabar en rotundo éxito o en efracaso más absoluto más allá de los “éxitos internos”.contra él contestó atacando de manera personal a parte de su propia afición afirmando que “hay gente que tiene problemas y viene aquí a desahogarse”. Los pitos y la petición de dimisión fue a mayores, ya no era cuestión de un el grupo en la afición, al punto de que se cantó en partidos que el equipo ganó, hecho inaudito y que habla de lo rota que está la relación, más allá de los resultados.
Ahora, a falta de nueve jornadas, sin un estilo de juego identificativo, agarrado a las individualidades, el Real Valladolid suma 52 puntos en la jornada 33, está sexto, en promoción, a tres puntos del Eibar, en ascenso directo, pero también con una colección de equipos persiguiéndole, por lo que la temporada puede acabar en rotundo éxito o en el fracaso más absoluto más allá de los “éxitos internos”. No será por el calendario. Los blanquivioleta deberán visitar al Cartagena, Amorebieta, Mirandés, Alcorcón y Tenerife y recibir al Eldense, Huesca, Espanyol y Villarreal B. Pezzolano y el equipo lo tienen en su mano. El técnico acaba contrato el 30 de junio, parece complicado que siga pase lo que pase en estas últimas jornadas, pero...
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