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“Pablo está en el lugar adecuado para llegar a la élite”

Conocemos más a fondo a una de las sensaciones de la temporada de la Real Sociedad en una amena charla con su padre, Fernando Marín, ex jugador durante muchos años del Logroñés

Pablo Marin en su debut en Valladolid con la Real
Real Sociedad

Fernando Marín jugó 406 partidos en su época de futbolista, mayoritariamente en el mítico y recordado Logroñés. Es el padre de Pablo Marín, la gran promesa de la Real Sociedad y una de las sensaciones de lo que llevamos de temporada. Nacido en Logroño (3-7-2003), ha debutado esta temporada en el primer equipo realista, jugando en Europa, Copa y Primera división. De momento, está lejos de su padre, porque lleva 46 partidos en todas las categorías senior. Pero el riojano tiene todo el futuro por delante. Aunque Fernando Marín le para los pies. “Nunca imaginé que llegaría todo esto. Intentas que el niño sea feliz y esté a gusto. Está en el lugar adecuado para llegar a la élite, pero en ningún momento piensas en eso. Él ha ido progresando y está saliendo todo a pedir de boca, claro. Está jugando en Primera ya, y sólo con los compañeros que tiene te hacen mejorar en cada entrenamiento. Cuando eres pequeño no piensas en nada, pero ya tiene en la cabeza poder dar el paso y estar ahí en Primera. pero le digo que siempre con humildad, y sabiendo que cuando se recuperen todos los lesionados, ellos son del primer equipo, y puede bajar el filial a ayudar. Se lo repito siempre. A ver si siguen contando con él, que siga feliz, que esté tranquilo con todo lo que ha hecho y cómo lo ha hecho, y sino a seguir ayudando a su equipo, es el filial”, explica.

Pero para llegar hasta el presente, nos tenemos que remontar al principio. “Iba a la escuela, y jugaba con sus amigos. Luego entró en un equipo de Logroño, el EDF, que tiene un convenio con la Real Sociedad, que los cita una vez a la semana para entrenarles. y luego iba a torneos con la Real. Fue todo progresivo, el club lo hizo muy bien, el primer año estudiaba aqui y entrenaba aquí, los viernes lo recogía un taxi para entrenar en Zubieta con su equipo de la Real y jugaba el sábado, nosotros íbamos a verle y lo recogíamos y le traíamos a Logroño. Y al año siguiente ya se quedó en San Sebastián. Luego fue creciendo de categorías hasta llegar al primer equipo y estar disfrutando”, explica Fernando, su padre, que explica la razón por la que dio el paso de firmar por la Real. “La verdad es que él estaba a gusto allí jugando, así que cuando la Real nos dice que quiere que se quede allí, la Real te acompaña, te enseña todos los sitios donde va a estar y vivir. Te protegen y la decisión es sencilla porque piensas en lo mejor de tu hijo, y ves que allí va a estar muy bien, y ni lo piensas”.

Fernando Marín jugaba de centrocampista en su época de futbolista. Y Pablo Marín compare posición. Pero es sólo casualidad. “Sí, sí, porque cuando estaba en la escuela, le empiezan a poner en el medio porque es donde se le veía mejor. No creo que le pusieran ahí porque yo fuera medio, ni nada de eso. Ni que tampoco él eligiera como medio porque me viera a mi jugar ahí de pequeño. Lo que sí es verdad que él vio y creció en un ambiente muy futbolero en casa, claro”, rememora su padre, que ya de pequeño notaba que destacaba. “A ver, lo recuerdo que destacaba, no porque fuera su padre, sino porque lo veía. Era muy fuerte para los niños de su edad. Juagaba con niños de un año más, y eso te hace progresar y ser mejor, porque te hace más fuerte”, recuerda Fernando Marín.

Lo que jamás olvidará es su debut en Primera división. “Eso será algo que quedará para siempre. Verle cumplir un sueño, como cuando me tocó a mí, esas cosas no se olvidan. Le vimos bien, vemos que está jugando bien, y eso nos da mucha alegría”. Pero tienen claro que no van a correr, que tiene que centrarse sólo en trabajar. “No hablamos mucho, pero sí le doy consejos y le digo que sea humilde y que siga trabajando y disfrutando de todo esto. Al final el año pasado tuvo una lesión de pubis y estuvo medio año parado. La idea era jugara partidos con el Sanse y todo ha venido muy rápido. Y la verdad es que está saliendo muy bien, cuando Imanol le da oportunidades es porque está contento. Pero él sabe que tiene el 42 y que en un momento dado puede jugar de nuevo con B. De momento con ilusión y aprovechando todo esto”, explica.