Oyarzabal: “Me hubiera gustado jugar mejor, pero lo importante es haber conseguido el objetivo”

Mikel Oyarzabal ya ha entrado en el club de los 300 de la Real Sociedad. El capitán txuri-urdin jugó su partido número 300 como realista el pasado domingo contra el Sevilla, terminando así sobre el césped una temporada complicada en la que comenzó lesionado y hasta mitad de año no pudo jugar. “A nivel personal, si echo la vista atrás y veo que en agosto estaba con los fisios y como ha terminado, ha sido un año muy especial y muy bonito para mí. He sufrido mucho, a nivel personal me hubiera gustado aportar más, jugar mejor, pero al final lo más importante es el equipo y el equipo ha conseguido el objetivo y ahora toca disfrutar de él”, dice en una entrevista en la web de la Real Sociedad.

El atacante eibarrés se muestra feliz por haber alcanzado esa cifra como jugador de la Real. “Contento, al final llegar a una cifra como esa te hace sentirte orgulloso, también feliz de que los entrenadores hayan contado siempre conmigo. Estoy contento, pero también deseoso por lo que queda por venir”. Y recuerda cómo fue su llegada a Zubieta. “Para mí fue una sorpresa que me llamaran para hacer la pretemporada con el primer equipo, sólo acababa de terminar mi segundo año como juvenil. Me acuerdo que estaba de vacaciones, en la calle en Eibar con mis amigos, cuando me llamaron que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo junto a algunos jóvenes del Sanse”.

Tampoco olvida Oyarzabal su debut con el primer equipo. “Yo había nacido en Eibar, pero era realzale. Cuando me dijeron para calentar en la banda estaba algo nervioso, pero luego fuimos ganando 0-2, 0-3 y ya me dijeron que me preparase que iba a debutar. Fueron 10 minutos escasos, no sé si llegue a tocar mucho el balón, pero es un momento que queda para siempre”. Y cuando se le pregunta por su momento más especial de estos 300 partidos, no duda mucho. Habla del penalti que marcó en la final de Copa de la Cartuja. “Fue un momento muy, muy especial para mí, a nivel personal. Tenía un punto de responsabilidad pero, por suerte, todo salió bien y quedó como un momento para siempre. También seguro que para el equipo, para la gente, que fue una pena que no pudo estar en el campo con nosotros, pero al final que la Real volviese a ganar un título muchos años después fue una gran alegría para todos”.