Oyarzabal frena el fracaso del fichaje del ‘9′

En verano de 2022, con la temporada ya empezada, se desató el terremoto en la Real Sociedad. El Newcastle venía con todo a por Alexander Isak, por aquel entonces el delantero estrella de los txuri-urdin. El sueco tenía una cláusula de 90 millones, mejorada el año anterior, movimiento gracias al que el club donostiarra pudo apretar hasta lograr un traspaso por la friolera de 70 millones de euros, la venta más alta con mucha diferencia en la historia de la Real Sociedad. Roberto Olabe se movió con rapidez y trajo de vuelta cedido a Alexander Sorloth y pagó 20 millones de euros al Almería por Umar Sadiq, que también se convirtió en un fichaje récord, porque fue la contratación más elevada en la historia de la entidad donostiarra. Fue una especie de 2x1 con el que se obtenían unas ganancias de 50 millones. Se las prometían muy felices en las oficinas de Anoeta, porque aunque perdían a su mejor activo ofensivo, el movimiento era imposible de rechazar. Lo que no imaginaban entonces era que aquello fue el principio de sus males con el delantero centro, el puesto más sensible en todos los equipos.

Se puede decir, ya con tiempo y perspectiva, que el asunto de los delanteros no le ha terminado de salir como quería a Roberto Olabe, el director de fútbol de la Real. No es todo culpa suya, claro está. Porque él no tiene culpa de las lesiones de todos los delanteros que se han fichado desde la salida de Isak. Bueno, todos no. Sorloth no se lesionaba y no le quiso el pasado verano. O llegaron tarde cuando le quisieron. O realmente no apostaron lo que era necesario y sí hizo el Villarreal. Al poco de llegar a la Real Sociedad, Umar Sadiq sufrió una gravísima lesión, que le tuvo más de un año de baja y que claramente le ha impedido ser ese delantero que brillaba en el Almería y que le hizo apostar muy fuerte a la Real. Se pensaba que evolucionaría hasta tener cualidades parecidas a las de Isak. Pero no ha tenido ese tiempo de maduración por culpa de la lesión de rodilla. Por entonces, ya estaba tocado Carlos Fernández, que en la Real no ha parado de sufrir un verdadero calvario de problemas. Sorloth sostuvo a la Real con sus goles, mientras Oyarzabal, que también salía de otra grave lesión de rodilla, recuperaba su punto de forma. 16 goles marcó el noruego que llevaron a la Real a la Champions, pero debieron ser insuficientes.

Olabe apostó por su compañero de fatigas en el Leipzig, un delantero contrastado que ya había jugado en España y que acreditaba goles haya donde jugaba: el portugués André Silva. ¿El problema? Llegó lesionado. Y hasta las Navidades no se pudo poner bien. Y cuando lo estuvo, volvió a lesionarse. Y así ha sido su estancia cedido en San Sebastián, sin tener continuidad y sin apenas ver puerta. Y mientras Sadiq se iba recuperando del todo de su lesión, pero le faltaba confianza. Bueno, le sigue faltando. Ha tenido fogonazos destacados como los golazos que marcó al Sevilla y Osasuna, pero fueron un espejismo porque apenas duraron. Tampoco le vino excesivamente bien el lío con su selección en la Copa África.

El nigeriano no ha terminado de arrancar en la Real, y de cara al verano habrá que tomar una decisión con su situación. Suma tres goles, los mismos que el portugués y el sevillano Carlos Fernández, de nuevo lesionado. Con semejante panorama en la delantera, absolutamente dramático, es difícil pensar que un equipo pueda cumplir sus objetivos. Pero Imanol lo ha conseguido. Octavos de una Champions brillante, a un paso de la final de la Copa y sextos en liga. ¿Cómo lo ha hecho? Gracias al de siempre, al que nunca falla, al verdadero alma de este proyecto: el capitán Mikel Oyarzabal. Empezó de falso nuevo y ya hay que quitarle lo del adjetivo de falso. Es un delantero en toda su extensión. Suma quince goles, más que el resto de delanteros juntos, y sus cifras goleadoras son incluso mejores que antes de romperse la rodilla. Una locura. Imanol ya no se lo piensa, Oyarzabal está por delante de Sadiq y André Silva, los llamados a ocupar esa responsabilidad a principios de temporada. Así será contra el Real Madrid, porque sin el eibarrés el gol cuesta más en esta Real.

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