Oyarzabal es ya patrimonio de la Real
Mikel Oyarzabal ya es patrimonio de la Real Sociedad. Como antes los fueron Arconada, Bixio Gorriz, López Ufarte, Larrañaga, el Chino Martínez, Xabi Prieto, Kovacevic… entre otros. Y su renovación hasta 2028 así la tenemos que coger, como la ampliación de contrato de un jugador que va camino de entrar en la historia (más de lo que ya está) y de marcar de manera indudable una época. Lo que se ha hecho efectivo este viernes es una bella declaración de amor reciproca. Como si quisieran adelantar unos días el 14 de febrero, como el mejor de los regalos de San Valentín. Oyarzabal es la Real, y la Real es Oyarzabal. Porque es imposible entender el actual proyecto deportivo sin su presencia en la plantilla. La noticia nos pilló a todos desprevenidos, pero era esperada. Y es muy aplaudida. Es más que un voto de confianza del club: recién recuperado de tu grave lesión, sin haber vuelto aún a tu mejor nivel, yo te renuevo como capitán general, porque se que vas a ser mejor de lo que eras.
No lo duden. La renovación de Mikel Oyarzabal es un notición. Una bomba informativa de dimensiones épicas en un club como la Real Sociedad. Supone sentar las bases del futuro del exitoso proyecto deportivo en el que estamos inmersos y que parece no tener fecha de caducidad. Porque consigue convencer para que renueve (aunque mucho no costó convencerle) a tu jugador franquicia, al estandarte del proyecto, al mejor ejemplo de la cantera de Zubieta. Un jugador que sigue la senda marcada años antes por Xabi Prieto, de quien heredó el ‘10′. Se puede ser muy feliz en la Real Sociedad. Y ganar títulos. El último lleva su firma, marcando el gol de penalti del último título de Copa del Rey. Y eso no se olvida. Quedará para toda la vida.
Y aunque es cierto que su cláusula se mantiene sin tocar en 75 millones de euros, no creo que tenga especial relevancia. Por un lado, estoy de acuerdo con la valoración que hacen en el club, ya es lo suficientemente disuasoria. Y por otro, es que aunque tuviera 1.000 millones de cláusula, no iba a cambiar nada. Oyarzabal jugará donde quiera, y es una gran noticia que quiera seguir en la Real. Hay que valorarlo mucho. Porque sirve de ejemplo para el resto de estrellas: quedaros conmigo porque aquí todavía hay mucho futuro. 2028 es un plazo muy largo, como queriendo decir que largo es todavía este proyecto. Y es una declaración de intenciones en toda regla de Jokin Aperribay: sigue teniendo la ambición intacta para apostar por los mejores, y hacerlo fuerte, sin cortapisas. Otros compañeros pueden seguir su estela. Como Mikel Merino. Apunten bien, el navarro será el siguiente en renovar. También hasta 2028. Como ya están Brais Méndez y Umar Sadiq. El futuro ya es presente.