Osasuna se complica la vida
Con la derrota en el Pizjuán suman cuatro jornadas sin ganar, han sumado un punto de 12 y se acercan peligrosamente a los puestos de descanso.
Osasuna sumó en el Pizjuán la sexta derrota a domicilio de la temporada. Sobre todo en la primera mitad, ofreció una mala imagen. Los de Lisci suman ya cuatro jornadas sin ganar y han sumado un punto de los últimos 12 en juego. Esto ha provocado que se acerquen peligrosamente a los puestos de descenso.
Tras el encuentro, algunos jugadores, como Rubén García, analizaban así el partido: “Ahora es difícil hablar y ponerlo todo sobre la mesa. Pero la sensación con la que te vas es que estamos en un momento en el que los partidos no caen de nuestro lado. Creo que, en líneas generales el equipo no estuvo mal, ante un rival difícil y que se hace fuerte en su casa. Obviamente, queríamos ganar y veníamos con hambre y con ganas por darle la vuelta a los resultados negativos”. Y añadía: “Estamos dolidos porque vemos que cuesta ganar, más allá de que compites. No sirve sólo con competir y pelear. Hay que hacer más y ahí es donde tenemos que poner el foco. En intentar mejorar esas cositas, esos pequeños detalles del día a día, animarnos y apoyarnos todos, con nuestra afición y para adelante”.
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Su compañero Aimar, cuya presencia en el campo hizo que el juego del equipo mejorara, apuntaba: “La primera parte fue bastante pareja. Estuvimos bien y no nos generaron pero tampoco lo hicimos nosotros. En la segunda parte arrancamos regular, con esa parada de Sergio y el penalti, que no sé que pasó exactamente. A partir de ahí tuvimos alguna ocasión. Nos vamos fastidiados. Ahora hay que desconectar en el parón y tener confianza en nosotros porque estamos seguros de que le vamos a dar la vuelta”.
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