Omorodion aprovecha la cesión en Mendizorroza para catapultarse
El delantero cedido por el Atlético de Madrid arrebata a Kike García el puesto de nueve del Alavés. Segunda visita en esta Liga al equipo rojiblanco, dueño de sus derechos.
“Samu tiene futuro en el primer equipo”, dijo el Cholo en la previa de hoy. “Está como un toro”, añadió García Plaza. Lo normal es que Omorodion, cedido por el Atlético en Vitoria, sea titular porque el club rojiblanco tuvo el detalle de no incluir una cláusula del miedo para desactivarle el día en el que se enfrentan los dos equipos. El punta de origen africano está en racha y ya ha conseguido cuatro goles desde que comenzó la temporada. El primero se lo hizo, precisamente, al equipo del Cholo cuando jugaba en el Granada. Luego fue fichado por el equipo madrileño y llegó la cesión a Vitoria. Con la sub-21 marcó en Kazajistán (0-4) y en el Alavés ha conseguido dos dianas: una en Vigo y otra en Villarreal. Cuatro goles en dos meses y medio no está nada mal.
“Me gustaría marcar entre diez o quince goles este año”, comentó en su presentación. Llamó la atención esa apuesta tan clara máxime cuando Kike García era el titular indiscutible para Luis García Plaza en esas fechas. Pero le ha ido ganando la partida y ahora está jugando de salida el de Melilla. En pocos meses ha pasado de vivir en Granada a recalar en Madrid. Luego, cedido al Alavés y residiendo en Vitoria. Si a eso le unimos las convocatorias con la selección sub-21 de Santi Denia, lo cierto es que el delantero no debe de tener claro ni donde tiene que dormir.
El faro de su vida es su madre, que le visita continuamente. Suele estar en la grada de Mendizorroza con una camiseta de su hijo, el pelo corto, rizado y teñido de amarillo. Luego le espera en la puerta y le lleva a casa. Samu tiene 19 años y mide 1,93. Su potencia física es descomunal pero maneja bien el balón con los pies. En cuanto ve puerta, lo intenta con algún disparo. También es potente en el juego aéreo y ayuda a su equipo a la hora de defender saques de esquina o faltas de los rivales. “Me gustaría llevar más goles, creo que he fallado varias ocasiones claras y deseo mejorar en ese aspecto”, ha comentado esta semana.
El Alavés es un equipo con limitaciones financieras y suele tirar mucho de cesiones. Jugadores del once básico como Gorosabel, Álex Sola o Samu pertenecen a otras entidades pero están prestados en Vitoria. Se encuentran felices porque tienen más protagonismo que en sus clubes de origen. Aportan, se integran y ayudan. Compiten con los compañeros y frente a sus rivales. El Alavés es un club famoso por el buen ambiente que se crea en el vestuario y, ahí, Omorodion ha caído de pie. Parece mantener una relación especial con Jesús Owono, guardameta internacional de Guinea-Ecuatorial y segundo de García Plaza tras el alicantino Antonio Sivera. Jóvenes y con orígenes africanos. Físico y talento. Cuidado con ellos.
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