Nolaskoain, una solución central

La pareja formada Anaitz Arbilla y Arnau Comas es una de las mejores noticias del Eibar en la recta final del curso. Con el navarro y el catalán juntos sobre el césped, los armeros solo han encajado en una ocasión (Huesca), frente a las tres porterías a cero que han recolectado (Cartagena, Almería y Racing de Ferrol). Sin embargo, este pasado sábado ni el ‘23′ ni el ‘15′ pudieron ser de la partida, de modo que a San José le tocó improvisar una zaga inédita en la presente temporada. La puesta en escena de Aritz Arambarri, uno de los fijos de Etxeberria que con la incursión del central formado en La Masia ha quedado relegado al banquillo, era segura. Su acompañante, por el contrario, toda una incógnita.

Con Chema, recién salido de unos problemas físicos que le habían tenido apartado las últimas tres jornadas, los focos apuntaban a Álvaro Carrillo, único central sano de la plantilla. Pese a su disponibilidad, el técnico donostiarra optó por dar cabida a Sergio Álvarez en la medular y retrasar así a Peru Nolaskoain. La prueba cumplió con nota, ya que salvo la acción del gol donde Alemao le ganó la disputa al ‘8′, el Real Oviedo apenas inquietó a Jonmi. No era una posición desconocida para el zumaiarra. De hecho, tanto en el Athletic como en el Amorebieta fue donde más y mejor se desenvolvió. Aunque hace tiempo que no lo hacía en Ipurua, porque, de tener que descender a un centrocampista, Sergio Álvarez era el damnificado.

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En la visita al Real Zaragoza, todo apunta a que Comas volverá a hacer dupla con Arbilla, una vez superada la dolencia en su hombro derecho. El técnico elgoibartarra así lo adelantó en la antesala del duelo ante el Oviedo y junto a Bautista y el capitán navarro, serán las novedades de la convocatoria. Una lista más completa que nunca tras los retornos de Martín Merquelanz e Iván Gil. Especialmente esperada era la vuelta del mediapunta cedido por la UD Las Palmas, que en los 17 minutos que dispuso sobre el verde, contribuyó sobremanera a equilibrar el envite. Además de su asistencia a Jonmi, el catalán aportó lectura de juego desde una ubicación más baja, prácticamente como interior, donde revitalizó el ataque de los azulgranas. Una alternativa con mucho que decir todavía en Ipurua.

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