No hay calma ni cuando no pasa nada

Acabar un periódico a tiempo el día que cierra el mercado cubriendo al Barcelona es una triste historia. Atendiendo a lo acontecido en los últimos años, cuando de las 23.59 a las 00 horas internet se colgó durante 30 segundos en los que se vendió a Griezmann y se fichó a Luuk De Jong o que rozando el larguero entrara el contrato de Aubameyang en la bandeja de entrada de Mateu Alemany, uno ya no se fía de nada ni de nadie.

Entenderán que es complicado confiar en un club en el que hace cinco días todos sus portavoces, empezando por el entrenador, aseguraban que “no vamos a fichar a nadie. Le he pedido a Mateu que no toque la plantilla”. Declaraciones del 20 de diciembre en una entrevista a BarçaTV.

El cinco de enero, en la misma cadena, el presidente Joan Laporta afirmó que “hicicimos el trabajo en el mercado de verano y en este sentido, no hay síntomas de hacer operaciones”. Añadió el presidente que “la plantilla es de alto nivel porque no hay un club que haya aportado 17 jugadores al Mundial”. Un argumento al que se unió Xavi. Por tanto, hace tres semanas estaba claro que el mercado de invierno no se contemplaba.

Pero en este equipo uno no se puede despistar. Se pasa del desierto a la selva cruzando una calle. Por resumir: de dar la plantilla por cerrada se pasó a valorar la posibilidad de fichar al directorio de Transfermarkt.com. Se volvio a hablar con Foyth y a tantear a Pavard.

Entonces, alguien pensó que en vez de fichar, antes se debería de inscribir a Gavi y a Araújo, pero Tebas miró los números y no tragó.

Volvía el Barça a la idea de no tocar nada. Pero el guionista de LaLiga, que es un genio, volvió a arrimar al Barça al Atlético para hacer negocios a pesar de que en el Camp Nou, cuando ven acercarse a Miguel Ángel Gil, esconden la vajilla.

Memphis, se fue al Metropolitano en campaña de rebajas al tiempo que el Barça descubrió la extraña necesidad de fichar (o tener una opción) por Carrasco. ¿Para qué quería el Barça otro extremo cuando había descartado fichar y si lo haciera, reconocía que priorizaba un lateral? Misterio. pero el giro argumental táctico llegó cuando el Barça preguntó a la Fiore por Amrabat. Un centrocampista defensivo. Xavi resumía el lío diciendo que “estaría bien reforzarse, pero no sé la posición”. Ni cuando pasa nada se puede estar tranquilo.