Mouriño entrega las llaves del Celta a Luís Campos
La salida de Coudet y la llegada de Carvalhal refuerza la posición del secretario técnico, que ahora estará en el centro de la diana.
La salida de Eduardo Coudet y la llegada de Carlos Carvalhal ha supuesto la escenificación definitiva de la entrega de las llaves del club celeste a Luis Campos. El asesor externo del Celta (director deportivo en la práctica) ha sido el autor intelectual de la destitución del Chacho y del fichaje del entrenador portugués. Pese a que la idea inicial era aguantar al argentino, al menos hasta el parón por el Mundial y, a ser posible, hasta final de temporada, Carlos Mouriño ha decidido finalmente ceder ante las pretensiones de Campos. El presidente confía plenamente en el secretario técnico, quien ya tiene plenos poderes en el club.
Las voces discordantes dentro del Consejo han visto cómo su voto se iba a la papelera envuelto en el finiquito de Coudet. Todo ello quedó perfectamente retratado en el acto de despedida del Chacho, donde había dos ausencias significativas: Carlos Mouriño y Luis Campos. Sí estuvo, sin embargo, Antonio Chaves, director general y mano derecha del presidente, al que se vio especialmente afectado por el adiós del entrenador argentino.
El propio Coudet abrió la caja de Pandora durante su comparecencia ya como exentrenador del equipo vigués: “Me hace mal ver a un montón de gente que me acompañó y me hace mal no ver gente que tendría que estar aquí”, soltó el argentino en clara alusión a Mouriño. Tampoco tuvo reparos en admitir que la llegada de Campos supuso el principio de su final en el Celta: “Desde que yo firmé un proyecto por tres años hasta la aparición de Luis, el proyecto cambió al 100%”.