Mireia puede ser la excepción en el Europeo de Roma
Este mes se incorpora Ben Titley como responsable del CAR de Sant Cugat y de la badalonesa. La RFEN la incluirían en la convocatoria si la nadadora y su técnico lo deciden.
Una de las grandes ausentes en este Mundial de Budapest ha sido Mireia Belmonte. La nadadora de la UCAM, que no retomó los entrenamientos de manera rutinaria hasta finales de enero de 2022, no consiguió las mínimas necesarias para clasificarse para este torneo ni tampoco para el Europeo de Roma que tendrá lugar en julio. No obstante, tanto la propia nadadora como la dirección técnica podría acordar incluirla en la lista. Con Mireia se harán excepciones.
La badalonesa debe empezar a trabajar desde este mes de julio con Ben Titley, el técnico canadiense que llega para ser responsable del grupo de alto rendimiento del CAR de Sant Cugat. Su mano derecha será Olaf Wildeboer, quien ha asumido esa función desde el pasado verano. Titley se ha convertido en los últimos años en uno de los mejores entrenadores del mundo al ser uno de los artífices del crecimiento de la natación femenina canadiense. Summer McIntosh, ganadora de cuatro medallas en Budapest con apenas 15 años, es la última.
Mireia, que el próximo octubre cumplirá 32 años, ya redifinió su programa de entrenamiento y de competición este año, cuando decidió renunciar a pruebas que requieren mayor volumen de entrenamiento como los 800 y los 1.500 libre e incluir el 100 mariposa. Por edad y desgaste de los años de entrenamiento, el futuro de la badalonesa, que sigue con el objetivo de llegar a París 2024, estará en la velocidad. Y espera que de la mano de Titley puedan acercarse a sus marcas anteriores.
El Europeo de Roma contará con una amplia participación española. Al introducir la FINA este Mundial de Budapest de manera sorpresiva en febrero, la dirección técnica ya había aprobado unos criterios para que el grueso del equipo fuera a Roma. Una planificación que, eso sí, no tapa los discretos resultados en el Duna Arena en el peor campeonato de la historia acuática española. En él faltó una Mireia que inicia este julio una nueva etapa. Roma puede ser su primera parada.