Mikel Oyarzabal: el respeto a un capitán, a un amigo, y a un compañero

Mikel Oyarzabal jugó contra el Real Oviedo su partido 400 con la Real Sociedad con tan sólo 28 años. El eibartarra no lo pudo celebrar como le hubiera gustado, con una victoria, pero la cifra es como para sentirse orgulloso. Así lo expresa el capitán txuri-urdin en una entrevista con los medios oficiales del club, en la que también intervienen sus amigos, el futbolista Rubén Pardo, Illarramendi o el que ha sido médico del club, Javier Barrera, personas con las que ha compartido muchas cosas bonitas.

400 partidos como txuri-urdin: La verdad es que es un momento muy especial. 400 partidos no se cumplen todos los días. Son muchas temporadas, muchos partidos, muchos momentos. Sin todas las personas que han estado a mi lado todos estos años hubiera sido imposible cumplir esto. Darles las gracias por todos estos años, por la ayuda, o por haber estado a mi lado; espero que sean más porque no quiero parar aquí, quiero seguir sumando partidos y momentos especiales en este club; espero que no acabe.

Un logro colectivo: Los partidos que he jugado yo, obviamente son individuales, pero no son un éxito individual. Tengo un círculo cercano de familia, amigos, mi mujer, de todo lo que me rodea que me ayuda, me apoya, y que ha estado siempre presente desde el día uno. Aparte de eso lo más importante es el equipo, lo que es la Real, los compañeros, todos los entrenamientos y cuerpos técnicos, trabajadores, y todo lo que ha habido durante todos estos años aquí; sin todos ellos todo esto hubiera sido imposible. Es obvio que no es sólo cosa mía. Me he sentido siempre muy querido, muy arropado; siempre he intentando buscar lo mejor para el club, para el equipo, para que el colectivo premie por encima de lo individual y estoy muy feliz.

El brazalete de capitán: Está claro que ser el capitán de la Real no puede ser más que un motivo de orgullo, también es una responsabilidad, pero la llevo con todo el orgullo posible e intentando representar a la Real lo mejor posible, como si fuese un aficionado más. Antes de entrar a la Real yo era de la Real y he sido de la Real toda la vida. Una persona que puede estar donde quiere, en el club que quiere, y donde se siente querido y valorado, poco más hay que pedir. Esa mochila de responsabilidad está ahí, pero soy consciente de ello e intento siempre buscar lo mejor para el club y para el equipo, para que las cosas deportivamente salgan bien, que es el ámbito que a mí más me toca.

Jugar en la Real, el sueño desde niño: Siempre he dicho que para mí la Real ha sido mi vida. Desde pequeño he todo lo posible por estar hoy aquí sentado y escuchar que la gente está orgullosa de lo que uno está haciendo; pocas cosas habrá que puedan satisfacer a uno mismo. Todo el que me conoce y todo el que me ve en el día a día sabe que voy a intentar buscar siempre el beneficio colectivo, el beneficio del grupo, intentar ayudar de manera individual en todo lo que pueda a cada uno para que el equipo se vea beneficiado; y si desde fuera esa es la percepción, mejor todavía. Lo he hecho siempre lo mejor que he podido. Habré cometido errores y habrá habido momentos en los que las cosas no me han salido bien, pero mi objetivo siempre ha sido poner el bien común y el bien colectivo por delante de lo individual para que de esa manera la Real y el equipo vayan para arriba.

Crecimiento en lo personal: Creo que hay momentos, y ahora igual me ha pillado en un momento en el que, al ser padre, también te cambia la percepción, te cambia tu manera de pensar y ver las cosas. En lo familiar voy a intentar siempre que todo mi entorno y toda la gente que yo quiero esté de la mejor manera posible. Cada vez que me visto este escudo intento representarlo de la mejor manera posible para que todo vaya hacia arriba, y quieras o no, personas que tú consideras importantes en tu vida digan estas cosas de ti y creas que estás en el camino correcto para dejar huella, es motivo como para estar orgulloso.

Los amigos de Oyarzabal: “No ha cambiado nada”

Gorka A., Unai, Asier, Jon y Gorka S. son los amigos de Mikel Oyarzabal de toda la vida. Todos están de acuerdo en que “es muy amigo de sus amigos. Lo que a él le gusta fuera del campo es estar tranquilo, y también estar con los amigos”. Además coinciden en que “parece serio, pero con nosotros es un cachondo. Le gusta jugar a cartas y lo que le gusta a todo el mundo: jugar un rato a la play, sobre todo al Fórmula 1 que le encanta, tomar algo en una terraza...”. Lo que tienen claro es que “cuando estamos con él intentamos hablar de otras cosas también que no sean de fútbol”

Son muchos años juntos, pero sigue siendo el de siempre. “Es uno de los nuestros”, comentan, para destacar que “yo lo he visto crecer, y lo bueno que tiene es que no ha cambiado en nada. El tema de la fama no se le ha subido, y en ese aspecto no ha cambiado en nada. Nosotros estamos disfrutando de los años que lleva en el fútbol. Todavía notamos ese hormigueo en la tripa cuando lo vemos en el campo. Para nosotros es un orgullo y un placer”.

Rubén Pardo: “Se le vio desde el primer día que quería comerse el mundo”

Uno de sus grandes amigos de su trayectoria en la Real es Ruén Pardo, quien se deshace en elogios hacia Mikel Oyarzabal. “Tengo una relación muy especial desde el primer día que conocí a Mikel, y la verdad es que me alegro tanto de lo bien que le está yendo, que espero que siga por muchos años aquí”. El riojano le recuerda como “un chico que escuchaba todo lo que le decíamos. En el momento que entraba por la puerta del vestuario captaba todo, y eso para un chaval joven es muy importante. Se le vio desde el primer día que quería comerse el mundo, y así ha sido”.

Para Pardo, “es una bestialidad los números que está haciendo. Creo que por el ritmo que va y la cabeza que tiene tan centrada va a cumplir muchísimos más. Se le ve con mucha hambre, y espero que siga en la línea en la que está porque se merece todo lo bueno que le pase. Para mí es un referente a día de hoy en la Real. Mikel es la Real, y espero que siga muchísimos años así”.

Javier Barrera: “No le gusta perder ni a las canicas”

Otra persona que ha tenido una relación con el eibartarra a lo largo de estos años es Javier Barrera, e médico de la Real hasta esta temporada. “Es una persona que lo da todo en todo momento. En el campo lo ve todo el mundo, pero en los entrenamientos no le gusta perder ni a las canicas, y en ninguna otra competición que hagamos después ya sea a las cartas o a lo que fuera, siempre le gusta ganar. Es una persona seria pero cariñosa, pero serio pero un buen sentido del humor, muy inteligente y con mucho sentido común; siempre atento todo”.

Barrera recuerda los momentos en los que el jugador guipuzcoano se rompió el ligamento cruzado en el año 2022. “Cuando se lesionó, el mundo se paró. Tenía la sensación de que se había roto. Escuchó un ruido, lo oyeron también los demás, y estaba hecho polvo, pero estuvo hecho polvo 10 minutos. Por la tarde ya estaba como es él, una persona muy entera, muy sensata, y no fue muy difícil. Así se comportó siempre, con mucha entereza”.

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El excapitán de la Real Sociedad Asier Illarramendi también tuvo palabras muy bonitas hacia Mikel Oyarzabal por sus 400 partidos, y quiso resaltar la buena relación que han tenido siempre tanto dentro del campo como fuera, incluso entre las familias. Además reconoce que fue un orgullo para él entregarle el brazalete de capitán cuando dejó la Real Sociedad.

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