Mendizorroza cumple cien años en 2024

En el transcurso de la última Junta de Accionistas del Deportivo Alavés, el pasado 28 de diciembre de 2023, salió a colación el mal estado del campo de Mendizorroza. “Las obras de mantenimiento corresponden al club pero las de estructura, al ayuntamiento que es el propietario”, aseguró el presidente del Deportivo Alavés. “La LFP nos está sugiriendo que no hagamos muchas inversiones en una instalación cuya titularidad no es nuestra. Estamos en una fase de análisis y ya comunicaremos lo que decidamos a corto plazo”, añadió Alfonso Fernández de Trocóniz. La alcaldesa de la ciudad, Maider Etxebarria, añadió que “esperaremos a la propuesta que nos hagan, nosotros respetamos los tiempos que se dé el club”. No habría que descartar que se quiera un campo nuevo.

Estamos de celebración en este 2024, que será un año muy especial para la afición del Deportivo Alavés. El estadio de Mendizorroza cumplirá cien años el próximo 27 de abril. Mendi es el tercer campo de fútbol más antiguo de los de la Liga, tras El Molinón y Mestalla. Su historia está jalonada de anécdotas curiosas, como que en él ha jugado un Lehendakari, que no tuvo luz artificial hasta 1971 o cuando Celedón saltó al campo para protestar contra Piterman. Son detalles bien explicados por Eva Domaica en esta crónica.

En ‘Hoy por Hoy Euskadi’, de SER Vitoria, se repasaron los cien años que está a punto de cumplir Mendizorroza con el catedrático de Historia contemporánea de la UPV-EHU, Santiago De Pablo, gran aficionado albiazul y autor del libro oficial del centenario del Deportivo Alavés. De Pablo contó, para empezar, el porqué del nombre del campo de fútbol. “Mendizorroza en euskera es monte afilado y viene del Monte del Pico, que está pegado al estadio. Hay una leyenda popular que dice que el Monte del Pico se construyó artificialmente en el siglo XIX sacando la tierra del pozo que se estaba construyendo en la Plaza de la Virgen Blanca para encontrar agua, pero no es así porque el topónimo es anterior, data del siglo XVI”, explicó. Mendirroza no fue la primera opción. Se barajaron otros nombres como los de Zumaquera o Mendizorrozpe.

Según recuerda el historiador, aunque en la actualidad el campo es propiedad del Ayuntamiento de Vitoria, inicialmente fue un estadio del propio Deportivo Alavés, que compró los terrenos y levantó el campo de fútbol. “Pero enseguida entró en problemas económicos y antes de la Guerra civil se lo vendió a la ‘Caja de ahorros municipal de Vitoria’, que, a su vez, se lo cedió a una entidad de la ‘Falange española tradicionalista y de las Jons’ llamada ‘Educación y descanso’. Finalmente, ‘Educación y descanso’ se lo pasó al Ayuntamiento de Vitoria a cambio de la cesión de otros terrenos”, relata.

Donato, el hombre del marcador

Como curiosidades, al principio había un velódromo al lado del estadio, donde se celebraban campeonatos de ciclismo. Allí jugaban también equipos de deporte escolar, como Corazonistas y Escolapios. El Aberri Eguna del 1934 se celebró en Mendizorroza, recuerda, “con los líderes del PNV de entonces, como José Antonio Aguirre que luego sería Lehendakari del Gobierno vasco, y Telesforo Monzón. Casualidad, Aguirre, que había sido jugador del Athletic, ya había jugado antes en Mendi, en los años 20. Hasta 1971 no llegó la luz artificial al campo, lo que obligaba a jugar en invierno a las 15 o 16 horas de la tarde. En el anecdotario destaca un personaje muy querido por los alaveses: Donato, el hombre que durante años cambiaba a mano los resultados en el marcador de Mendizorroza. Llegó a poner un 8-5 contra el Real Unión de Irun en Copa del Rey.

Como remarca De Pablo, en la historia de Mendi hay episodios más dramáticos. “En 1932, en un partido contra el Athletic, el árbitro supuestamente pitaba a favor de los bilbaínos. La gente se enfadó y, como estaba nevado, empezó a tirar bolas de nieve al colegiado. Tuvo que intervenir la policía. El gobernador acabó deteniendo al árbitro para ver qué pasaba”, contaba. Más recientemente, en la era en la que presidió el club Piterman, “este llamó payaso a Celedón (el símbolo de las fiestas de Vitoria) y un aficionado saltó al campo vestido como si fuera ese personaje. Tuvo que ser detenido, pero marchó entre los aplausos del público”.

El estadio de Mendizorroza ha sido remodelado en varias ocasiones a lo largo de sus casi cien años de historia. “Al principio se decía que era de los mejores de España, pero se fue estropeando. En años 40 estaba casi en la ruina. Hubo un incendio en el vestuario. Posteriormente, un huracán se llevó parte del tejado”, rememoraba el historiador. En 1953-54, antes de subir el Alavés a Primera por segunda vez, se reconstruyó. La segunda vez fue en los años 73-74 con Arregui de presidente. En 1998 se tiró la general y se cerraron las esquinas. Es como ha permanecido, salvo pequeños retoques, hasta la actualidad.

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