Melamed: “La categoría nos está dando un puñetazo de humildad”
El único fichaje de la UD Almería esta temporada ha hecho autocrítica personal y colectiva en los micrófonos de Onda Cero Almería. El hispanoargentino ha sido elegido mejor jugador de noviembre por Estrella de Levante.
Horas después de un nuevo fracaso de la UD Almería, uno de los pocos jugadores que está mostrando regularidad en este inicio de temporada daba la cara en la tertulia de Radioestadio Almería de Onda Cero. Nico Melamed ha sido reconocido como el futbolista más destacado del pasado mes, aun cuando la situación clasificatoria ha vuelto a situar al equipo entre los cuatro últimos. Melamed ha sido sincero y no ha rehuido la autocrítica, si bien considera que la situación es reversible.
¿Cómo están después de otro tropiezo con el agravante de venir de hacerlo bien ante el Burgos?
“Contento no se puede estar. Estamos en un club que debe luchar por volver a Primera, que es donde merecemos estar. Pero es verdad que el arranque de Liga no ha sido bueno. Estamos encajando mucho, estamos perdiendo partidos que no debemos y, aun así, tenemos esa paciencia de saber que la Liga es muy larga. Muchos equipos pasan por malas rachas y es mejor encontrar esta mala racha ahora que al final, pero tenemos que cambiar esa dinámica para encontrar los buenos resultados seguidos”.
Hacer dos goles en los cinco últimos partidos y que se haya ganado sólo un encuentro pone el foco realmente en una estructura defensiva que no funciona.
“No puede ser que tengamos que marcar más de dos goles para sacar todos los partidos adelante y esto es un problema que tenemos que controlar ya. No podemos ser el equipo más goleado porque así no vamos a sacar los partidos adelante. Tenemos que conseguir esa portería a cero lo antes posible porque ahí es donde puede imponerse la calidad de nuestros jugadores de sobra”.
¿Cuál es la explicación a como el equipo afrontó el partido en Oviedo?
“El arranque de ayer, evidentemente, no fue bueno. Coincide que veníamos de dos partidos, también el del Eibar, donde conseguimos girar el marcador y acabar con buenas sensaciones y no podemos dejarlas ir tan rápido. Es verdad que otros equipos se defienden con lo que tienen, pero nosotros tenemos que provocar en los rivales ese miedo que pueden tenernos por la plantilla que somos desde los primeros minutos”.
¿Eso es reversible?
“Sí, esto es dar un punto más cada uno. Si uno está dando un 7, dar un 8; si uno está dando un 2, dar un 5 inmediatamente. Porque estamos viendo que con lo que estamos dando, sobre todo en los inicios de los partidos, no nos está alcanzando”.
Ha habido dudas sobre la unidad y relación en el vestuario…
“Yo creo que el partido del Burgos fue un punto de inflexión, más allá de lo de Oviedo, en cuanto a fútbol, en cuanto a ánimo de la afición y a equipo. Estamos en el mejor punto de vestuario que hemos tenido hasta ahora. Y no hablo por peleas, porque no ha habido, aunque la gente pueda pensar esas cosas cuando escucha algunas frases, sino en cuanto a unión y en cuanto a compromiso de todos porque esto de verdad vaya como tiene que ir”.
El problema es que esto del punto de inflexión ya se ha escuchado demasiadas veces. ¿Qué tiene que cambiar de verdad?
“Cada uno tiene que mirar su ombligo y saber qué es lo que está dando en el campo. No pensar en el otro y empezar a creer, de una vez, que todos juntos somos el mejor equipo de la categoría y que no podemos esperar más. Y sé que a la afición le molesta cuando decimos que somos el mejor equipo de la categoría. No podemos depender de una plantilla de nombres, sino que hay que demostrarlo con actos en el campo y con acciones en cada momento y en cada minuto que pises el verde. Y eso todos lo tenemos presente y tenemos que empezar a demostrarlo ya. Lo que está pasando es que la categoría nos está dando un puñetazo de humildad. Aquí no vamos a ganar porque seamos el Almería y porque tengamos aparentemente los mejores jugadores. Se gana con juego y con meter más goles que el otro”.
¿Cree que está pasando factura todo lo vivido la temporada pasada?
“Es verdad que yo venía sabiendo de esa mala dinámica que tenía el equipo del año anterior, pero creo que la pretemporada que hicimos fue buena. Incluso empezamos la Liga bien. Quizás el tema es más mental que de otra cosa. No puede ser que tengamos que empezar los partidos siempre remontando, siempre yendo a remolque, porque al final es que es muy difícil. Al final estamos girando partidos de 2-0, cuando eso es una barbaridad. Al final los futbolistas también somos personas, todos han pasado por un año muy malo y al final cuando un partido se te empieza a poner mal, igual se te pueden aparecer los fantasmas y es más que entendible. Yo confío plenamente en los que tengo al lado porque estamos más que capacitados para volver a Primera, ya que en toda nuestra trayectoria hemos tenido un camino exitoso para poder llegar a la Primera División. Entonces tenemos que mirarnos ya a la cara, saber que tenemos que dar cada uno lo mejor de sí para poder sacar esto adelante. No podemos depender de individualidades ni de cosas que no dependan de nosotros, porque así estamos viendo que no nos está dando. Y por ganas no es. Si estamos trabajando 20 horas de estrategia defensiva a la semana, pues ahora hay que trabajar 24 si vemos que los primeros goles que nos meten son de córner defensivo. Lo que tenemos que hacer es salir mentalizados de que Segunda es muy dura, es muy larga y que también todo está muy apretado”.
A nivel individual, ¿está cómodo tan pegado a la banda o prefiere participar más desde el centro?
“Desde que empecé en el mundo profesional siempre se me ha visto mucho más cómodo recibiendo entre líneas, de mediapunta, interior, partiendo de fuera hacia dentro… Y no es que me disguste jugar de extremo, porque al final tengo la suerte de que Rubi es un gran entrenador que me permite esa libertad, pero no soy un extremo de empezar a tirarme balones largos por banda, ni de largos recorridos. Voy a jugar de lo que me diga el míster y voy a dar lo mejor de mí cada vez que me ponga allí”.
Está siendo uno de los que mejores números está aportando ofensivamente, tanto para bien como para mal.
“No puedo estar satisfecho al 100 %. Al final, si el equipo no está donde debe estar, yo me considero partícipe de ello. Pero creo que mi inicio ha sido bueno. En Oviedo no estuve a mi mejor nivel, eso lo sé, y me tengo que seguir exigiendo a mí mismo lo máximo. Porque si yo bajo un peldaño, como si lo hacen mis compañeros, el equipo ya es menos bueno. Mi arranque de temporada ha sido bueno pero el domingo no, por lo que ya estoy pensando en el del Zaragoza para quitarme esas ganas que tengo dentro y esa rabia que me dio ayer de no estar fino al 100 %”.
Su fichaje se fraguó en enero. ¿Se arrepiente de haber tomado la decisión de venir al Almería?
“No, la verdad que no. Ahora se palpa un ambiente de tristeza y de inseguridad, pero yo estoy feliz de estar aquí. Estoy encantado, igual que lo estaba un mes antes de que empezara la Liga. Estoy con muchas ganas y las mismas ilusiones con las que vine para participar en un gran proyecto que no sólo va a ascender este año, sino que es a largo plazo”.
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