Mayoral no quiere esperar
El delantero está pendiente de saber qué espera de él el Real Madrid. Entra en su último año de contrato y no quiere depender de Jovic y Mariano. Se verá con Ancelotti el 8 de julio.
Borja Mayoral entra en su último año de contrato con el Real Madrid sin tener muy claro qué va a ser de su futuro. Se ha pasado las últimas cuatro temporadas cedido, dos en el Levante, una y media en la Roma y media en el Getafe, y este verano le pasa por delante el que probablemente sea su último tren para instalarse en el Real Madrid, el equipo de su vida, el que le hizo crecer como canterano y con el que ganó la Champions League 2017-18, siendo ese año parte de la plantilla blanca. Pero sí hay algo que Mayoral sabe: no quiere esperar hasta el final del mercado para saber dónde jugará en la 2022-23. El de Parla no quiere esperar.
Desde su última temporada en el Madrid, aquella 2017-18, el paso de Mayoral ha sido irregular, con momentos de gran sequía, pero también con instantes de gran brillo. Le costó en su primer curso en el Levante (cinco goles); mucho más afinado estuvo en el segundo (nueve). En la 2020-21 explotó en la Roma con 17 goles, pese a ser el teórico suplente de Edin Dzeko, finalizando el curso como máximo artillero del equipo capitalino. La llegada de Mourinho en el verano de 2021 le frenó en seco, pero logró salir cedido al Getafe en el pasado mes de enero y en el Coliseum anotó seis goles vitales para la salvación azulona.
Cuatro temporadas en las que Mayoral ha demostrado facilidad para el gol cuando se le da continuidad y en las que ha seguido distinguiéndose por su estilo de juego asociativo, similar al de Benzema y, por tanto, muy del gusto de Carlo Ancelotti. Esa es la principal esperanza de Mayoral, que Carletto le considere la mejor opción para dar minutos de descanso a Benzema, por delante de Jovic y Mariano, a los que el técnico apenas ha utilizado esta temporada. En el club blanco se alinean con esta tesis, si bien dan autonomía al entrenador para que decida la jerarquía de su plantilla. Pero, si esa va a ser la decisión de Ancelotti, Mayoral quiere saberlo cuanto antes y no dependiendo del desarrollo de los acontecimientos en el mercado de fichajes.
Porque la experiencia del verano de 2020 no fue del agrado del jugador: Zidane le trasladó que contaba con él, pero en las primeras jornadas de Liga apostó claramente por Jovic en su lugar, lo que llevó al de Parla a buscar una salida apresurada; para su suerte, apareció la Roma para ofrecerle una cesión de dos años, con una opción de compra de 20 millones de euros que iba camino de activarse tras su primera campaña allí. El ostracismo al que fue desterrado Mayoral por Mourinho echó por tierra esa opción.
Mayoral, Jovic y Mariano
Este verano, Mayoral tiene claro que quiere que las cosas sean diferentes. Tiene 25 años y una dilatada carrera a nivel profesional, habiendo pasado ya por cinco equipos diferentes, razones por las que se considera con el derecho a saber, sin depender de otros futbolistas, si va a ser parte del Real Madrid 2022-23. Está esperando al inicio de la pretemporada (el 8 de julio) para verse con Ancelotti y saber, de forma directa por parte del técnico italiano, qué planes tiene para él. Por su parte, no hay dudas: quiere aprovechar este último año de contrato en el Real Madrid. Así lo dejó claro en declaraciones al ‘Chiringuito’: “Empezaré la pretemporada y veremos qué pasa. No depende de mí, pero sí me gustaría tener hueco”.
Por parte del club no va a haber oposición; y por la de Ancelotti, es complicado que Mayoral no le encaje algo más que Jovic y Mariano, que no han sumado ni mil minutos entre ambos durante todo el curso que acaba de terminar. La cuestión está en que, de momento, hay tres ‘nueves’; para que Mayoral tenga hueco debe salir uno seguro, incluso convendría que salgan los dos para que el de Parla aglutine todos los minutos que no juegue Benzema. Jovic está decidido a marcharse, sus representantes le están buscando equipo; Mariano también parece más proclive este verano a dejar el Madrid. Pero en ambos casos el problema es el mismo: encontrar un equipo que se haga cargo de gran parte de sus salarios, que son de primer nivel y no están al alcance de la mayoría de clubes.