Más preparado que nunca para las rotaciones
Roberto Olabe ha conseguido formar una plantilla con dos jugadores por puesto que no debería resentirse cuando Imanol decida introducir cambios para gestionar los esfuerzos.
La Real Sociedad está más preparada que nunca para compaginar su regreso a la Champions League con mantener su competitividad en la liga española y seguir instalado en la zona noble de la tabla. El Director de Fútbol, Roberto Olabe, ha conseguir formar una plantilla con dos jugadores por puesto de mucho nivel que no debería resentirse cuando Imanol Alguacil decida hacer cambios para gestionar los esfuerzos las semanas en las que tenga dos partidos, que de aquí a final de año será la tónica dominante para un club que juega competición europea como equipo txuri-urdin.
Es cierto que la Real ya está más que acostumbrada a jugador dos partidos cada semana, porque es algo que viene haciendo las ultimas cuatro temporadas con Imanol Alguacil cosechando muy buenos resultados, como ha quedado patente con la última clasificación para la Champions League. Pero esta temporada es diferente, sube la exigencia al jugar la máxima competición continental, así que el objetivo de Roberto Olaber era subir dentro de lo posible el nivel general de la plantilla y que estuviera lo mejor preparado posible para asumir partidos de mucho desgaste cada tres días. Por esa razón, se había asumido que hasta el final del mercado de fichajes no se iba a poder cerrar la plantilla, hasta el punto de que en la última semana se concretaron dos de los cinco refuerzos para esta campaña. Pero Imanol dispone de dos jugadores por puesto para afrontar con garantías el calendario tan cargado que tiene la Real, que por ejemplo tendrá que afrontar siete partidos en los próximos 22 días.
En los laterales es donde más se ha intentado subir el nivel medio, con los fichajes de Hamari Traoré y la vuelta de Álvaro Odriozola para el derecho, y Kieran Tierney para el izquierdo, en el que competirá con un Aihen Muñoz que ha empezado muy enchufado la temporada. Gracias a ese movimiento, Aritz Elustondo podrá centrarse en jugar como central y ser una gran competencia para Igor Zubeldia. Y en el otro puesto del eje defensivo Robin Le Normand tiene a Jon Pacheco como competencia, después de su paso adelante la pasada temporada y su notable europeo sub-21. La zaga está asegurada y juegue quien juegue el nivel defensivo no debería resentirse. Y en la portería, Alex Remiro es un seguro de vida y no para de crecer. Y para su sustituto se ha apostado por Zubieta, con Unai Marrero habiéndose ganado ser su guardaespaldas, como demostró en la gira americana contra el Atlético.
En el centro de campo, Imanol tiene un trío que es la envidia de muchos equipos, formado por Martin Zubimendi, Mikel Merino y Brais Méndez. Y por si Imanol decidiera hacer cambios se ha fichado a Arsen Zakharyan, la perla del fútbol ruso que con 20 años tiene todo el futuro por delante pero también presente. Y después se ha promocionado a jóvenes valores de Zubieta que llevan tiempo llamando a la puerta del primer equipo. Está Beñat Turrientes, que ha empezado la campaña a buen nivel con dos titularidades y dos buenos partidos con gol incluido con la sub-21. Y luego también cuenta con Jon Ander Olasagasti y con Urko González de Zárate.
Y en ataque, el entrenador oriotarra tiene un verdadero arsenal. En banda izquierda están el capitán Mikel Oyarzabal, tratando de recuperar su mejor nivel tras superar su grave lesión de rodilla; y Ander Barrenetxea, que ha comenzado la liga con dos goles en cuatro partidos. Y en la banda derecha está un espectacular Take Kubo, que con tres goles es tras Bellingham el jugador de moda de nuestra liga; y el francés Mohamed Ali Cho, un extremo francés muy prometedor que va creciendo poco a poco desde que llegara a la Real. Y como referencia atacante se ha fichado a André Silva, aunque todavía no ha podido debutar por lesión. Peleará por ser el hombre-gol de la Real con Umar Sadiq, ya listo tras su grave lesión nada más aterrizar en San Sebastián y una vez que ha superado sus últimos problemas musculares. Y con Carlos Fernández, por el que se pagaron 10 millones de euros y que todavía no ha podido ofrecer su mejor nivel por culpa de las lesiones.