Mal día para las esperadas reapariciones

El partido en El Alcoraz tuvo una parte positiva para el Sporting a pesar del resultado, aunque la derrota y la forma en que se produjo empañó las res reapariciones en el equipo rojiblanco. El día hubiese sido muy feliz, sobre todo para Eric Curbelo y Jesús Bernal, además de Otero, si el marcador hubiese sido favorable.

Curbelo fue la sorpresa en la alineación de Borja Jiménez. El técnico decidió dar descanso a Pablo Vázquez, titular todas las jornadas formando junto a Lucas Perrin el centro de la defensa, y el canario no dejó muestras de acusar la inactividad. Su último partido había sido justo tres meses atrás, el 23 de agosto, frente al Ceuta, en el primer partido liguero en El Molinón, en el que se lesionó cuando no se había jugado ni media hora del encuentro.

“Más o menos me he encontrado bien”, confesó Curbelo tras el partido, aunque lamentó la derrota. “Cuando pierdes y te meten dos goles te vas con muy mala cara“, matizó el canario que aseguró que por su cabeza ha pasado todo el sufrimiento del período de recuperación.

En la zona mixta de El Alcoraz, Eric Curbelo añadió: ”Después de tantas lesiones es inevitable pensar en no recaer, pero hoy hubo momentos en los que me sentí muy bien. Es verdad que los 90 minutos se me hicieron muy pesados físicamente, por todo el tiempo que llevaba sin jugar, pero estoy contento por poder ser titular, porque el cuerpo aguantara y sobre todo porque hubo momentos en los que me sentí muy cómodo".

Los otros dos futbolistas que reaparecieron fueron Juan Otero y Jesús Bernal. El colombiano entró en el terreno de juego con 1-0 en el marcador y la idea de ayudar al equipo al menos a lograr el empate. “Otero estaba para esto, 15 ó 20 minutos, para no correr ningún riesgo”, recordó Borja Jiménez en la sala de prensa.

La vuelta más celebrada por todos fue, sin duda, la de Jesús Bernal. El centrocampista zaragozano volvía a jugar después de 337 días en el dique seco. Se lesionó el 21 de diciembre del pasado año en El Molinón durante el partido frente al Málaga y tuvo que pasar por el quirófano para ser operado de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Nada menos que 11 meses, casi un año de inactividad, para volver en su tierra, Aragón. El día de Navidad cumplirá 29 años y por delante le queda año y medio de contrato con el Sporting, tiempo más que suficiente para demostrar el nivel que le llevó a Gijón.

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