Luis Suárez: ¿misión imposible?
El Almería quiere que Luis Suárez esté en Oviedo, pero apenas hay margen. Juega en Buenos Aires a las dos de la madrugada (hora española) y el partido del Tartiere es a las 21:00 horas.
El Almería está tratando por todos los medios de que Luis Suárez pueda jugar este miércoles en el Carlos Tartiere contra el Real Oviedo. Es un partido de vital importancia para el futuro de la entidad indálica y por ello pone todos los medios para poder contar con su máximo goleador en esta cita decisiva.
Se trata de uno de los movimientos más complicados que se pueden realizar porque hay que tener en cuenta varios escenarios y ninguno sencillo. En primer lugar, Colombia juega en el Más Monumental de Buenos Aires un partido decisivo ante Argentina y debe sumar para no perder su plaza para el Mundial porque Venezuela aprieta. Este partido se disputa a las dos de la madrugada, hora española, ya del 11 de junio.
19 horas después tenemos el citado Real Oviedo-Almería. Primera cuestión. ¿Un futbolista puede jugar dos partidos el mismo día? Respuesta: con el mismo equipo no, pero con su club y selección sí. En este caso se requiere que Colombia le libere por escrito.
Tras esa supuesta luz verde llega el tremendo jaleo logístico. Tras terminar el citado Colombia-Argentina, Luis Suárez se tendría que ir del tirón, y casi sin duchar, al aeropuerto. El Almería le prepara un avión privado para evitar escalas y hacerlo todo del tirón en la medida de lo posible.
Y aquí surge el hándicap de que el aeropuerto está a hora y media del estadio bonaerense. Eso, sin contar los inconvenientes clásicos del tráfico que, lamentablemente, no se pueden descartar y los farragosos embarques hasta que el vuelo por fin sale.
Y el vuelo. Entre pitos y flautas unas 15 horas. Damos por hecho que Suárez pueda tener la suerte de dormir a pierna suelta durante el trayecto, pero esto suele ser milagroso. El avión llegaría al aeropuerto de Asturias, que está situado en Avilés, a 40 kilómetros del Carlos Tartiere. Más carretera y manta.
Con suerte, y si ‘san tráfico’ se porta como es debido, Luis Suárez llegaría con la hora justa al Carlos Tartiere, con cara de sueño, no del mejor humor, y con el famoso jet-lag típico de los cambios voraces de continente.
Todo esto hace muy complicada la belleza de este intento. Tal es la importancia que da el Almería a este compromiso donde está en juego mucho más que un ascenso a Primera División. La permanencia en Segunda podría dar un giro al proyecto, posiblemente, con la misma ambición, pero con distintos jugadores.
El Almería ha mostrado su disgusto por todo esto que le ha privado de poder contar con el mejor jugador de Segunda División. El malestar no es con Colombia que también se juega nada menos que participar en un Mundial.
Un problema en toda regla que vivió en 2016 el Córdoba cuando Rumanía reclutó para la Eurocopa al mejor Florin Andone. Los blanquiverdes se quedaron sin ascenso tras ser eliminados en el playoff por el Nàstic e iniciaron una cuesta debajo de la que les ha costado salir.
Algo similar sucedió con el Zaragoza en 2019-20- En este caso no fue Virus FIFA sino la pandemia. Y el protagonista fue también Luis Suárez. La competición se paró cuando mejor estaban los aragoneses. Suárez fue reclamado por el Watford y cuando se reanudó el campeonato, los ingleses no permitieron al cafetero participar. El Zaragoza no ascendió.
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Las palabras de Javier Tebas, presidente de LaLiga, no han hecho mucha gracia que digamos en el almeriensismo, pero tal y como está montado todo esto reflejan que esto es lo que hay. “Los clubes, cuando fichen jugadores, tienen que pensar estas cosas”. Lo de Luis Suárez en Oviedo: ¿misión imposible? Eso parece.
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