Luis Milla: “Esto es un drama; han pagado justos por pecadores”

Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, vive en estado de shock tras la desgarradora tragedia ocurrida en el estadio Kanjuruhan, sede del Arema, club de primera división, después de la derrota sufrida (2-3) por el equipo local ante el Persebaya Surabaya, gran rival de la zona, en la provincia de Java oriental, y la posterior invasión de campo de multitud de aficionados que habían acudido a presenciar el encuentro.

La intervención de la policía con porras y gases lacrimógenos para frenar a los hinchas furibundos provocó una enorme estampida que causó la catástrofe. Las terribles cifras de víctimas (hasta el momento las autoridades hablan de 174 muertos y 180 heridos) y las escalofriantes imágenes que se han difundido han convulsionado al fútbol mundial.

Luis Milla, que ya fue seleccionador indonesio en una etapa anterior, entrena al Persib de Bandung, rival en liga de los equipos que se enfrentaban, y estuvo hace poco en el estadio que hace unas horas se convirtió en una trampa mortal para cientos de adultos y niños.

¿Cómo está el país?: “Ya te puedes imaginar. Es terrible lo que ha pasado. Se está viviendo un drama. Es muy desagradable. Hay consternación absoluta. Conozco bien el país porque es mi segunda etapa aquí y la gente es amable y afectuosa. Se vive bien pero en el mundo del fútbol hay grupos de jóvenes fanáticos que se descontrolan que se mezclan con los aficionados y aprovechan para buscar pelea. Mi sensación es que esta vez han pagado justos por pecadores”.

¿La afición, en general, es muy pasional?: “En el fútbol sí, especialmente algunos jóvenes, como te he dicho. Lo que más me choca es el enorme contraste que hay entre la vida diaria del país, con gente muy pacífica, y cómo se viven los partidos. Me ha sorprendido mucho esto que ha pasado y estoy profundamente apenado porque tengo mucho cariño al país. De hecho, he regresado por lo bien que me trataron en mi primera etapa, en la que fui seleccionador”.

¿Cuál es la versión real de lo que ha pasado? ¿Qué se dice en los medios y en la calle?: “Sinceramente no tengo mucha más información que vosotros. Se habla de la provocación de hinchas violentos, de exceso de aforo, de la intervención policial… Se ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido pero me duele mucho la imagen que deja Indonesia porque no es la real del país. No hay justificación posible para explicar lo que ha ocurrido. Parece que ha habido aficionados que incluso fallecieron en el vestuario del Arema, huyendo del humo de los gases lacrimógenos de la policía. Eso he leído. Ha debido ser tremendo. Conozco a 5 jugadores del Arema de mi etapa como seleccionador y he estado con ellos hace poco pero he preferido dejarles tranquilos ahora tras lo que han debido pasar y no he hablado aún con ellos. Ellos son unos benditos. Buena gente de verdad. Urge buscar soluciones y que esto no se vuelva a repetir

El entrenador del Arema es un chileno, Javier Roca ¿lo conoce?: “Claro. Jugamos allí hace 3 semanas y hablé con él pero en estas horas no he contactado. Debe estar hundido porque lo ha vivido de cerca y le mandaré todo el ánimo que pueda”.

Estuvo en el estadio Kanjuruhan hace tres semanas, ¿la afición es especialmente hostil allí?: “En general no, pero es cierto que hay campos y partidos muy calientes por la rivalidad local a los que las autoridades prohíben acudir a la afición rival y este es uno de ellos. Nosotros entramos con tanquetas y mucha seguridad. Hay una labor de prevención”.

¿El Arema-Persebaya era un partido de los que aquí llamaríamos de alto riesgo?: “Sí. Sin duda. Era un derby entre dos equipos de ciudades muy cercanas y bastante rivales. El campo estaba repleto. Sería como un Sevilla-Betis en España”.

¿Qué pasará ahora?: “De momento se han suspendido los partidos pendientes y se ha paralizado la liga. Ahora esperaremos acontecimientos. Toca vivir el luto que corresponde”.