“Lo que nunca soporté de un futbolista es que fuese cagón”

Madrileño echao palante. Nacido hace 70 años en el centro histórico de la capital, en la calle Segovia, en el Madrid de los Austrias, correteaba su infancia entre el Viaducto, la Cuesta de la Vega y los Jardines de las Vistillas. Más castizo que un chotis. Con gracejo cautivador y siempre con el refranero en la punta de la lengua para soltarle dos frescas a quien las merezca. Fue boina verde en la Infantería de Marina, le amenazaron en el Compostela y ahora es comentarista en la COPE. Luis Ángel, como le llama la familia, Luis, como le dicen los amigos, no sabe esconderse y tampoco callarse. Genio y figura.

¿Qué significa para usted un Getafe-Leganés?

Siempre han sido partidos muy especiales, por la proximidad de las localidades (cuatro kilómetros), por la gran rivalidad. Era un pique, pero sano.

¿Qué les decía a los jugadores?

No hacía falta motivarles. Ya venían motivados. A los jugadores siempre les he dicho, desde el primer día, que les disculparía de todo, pero lo que nunca soporté de un futbolista es que fuese cagón. Cagarse es rehuir al rival, no meter el pie, no querer el balón, darse una carrera de cara a la galería sabiendo que no va a llegar el balón para llevarse un aplauso. Esas cosas, conmigo, no.

¿Recuerda su primer derbi?

En Segunda B, en la temporada 1989-90. También recuerdo con cariño uno que fue el primer partido que dio Telemadrid, un Leganés-Getafe en Segunda B que empatamos 2-2. De aquella época recuerdo a Fernando Burgos, a Teo Pereiró, a Alfredo Duro, que fue el primero que me hizo una entrevista en la radio... En papel, mi primera entrevista fue para el Informativo de Leganés, un boletín local. Me la hizo Juan Ignacio Gallardo, luego director de Marca.

Para la historia quedará la eterna imagen de Luis Ángel Duque subido a una valla del Rodríguez de Miguel.

Sé que eso era llamativo, porque no era habitual ni normal que un entrenador se subiese a la valla para celebrar los goles, pero es lo que sentía en ese momento. No lo hacía para tirarme la página, para que me hicieran la foto. Me salía de dentro.

Entrenó a los dos clubes, a Leganés y Getafe. ¿Con quién irá hoy?

Sé que tengo muchos defectos, pero lo que no puedo es ser un hipócrita. Entre el Leganés y el Getafe me quedo con el Leganés, obviamente. En Leganés, entre entrenador, director deportivo, otra vez entrenador y con los alevines he estado más de 20 años ligado al club.

Pero también dejó huella en Getafe y mucha gente le recuerda con cariño…

Hombre, cuando fiché por el Getafe (1995) tuve en contra a la peña radical, los Comando Azules, que llenaron las tapias de Las Margaritas de pintadas en contra de mí, un poco amenazantes…, pero la mayoría de la afición me guarda respeto.

¿Entrenaría ahora o se ha retirado definitivamente?

Ya no puedo entrenar. No porque tenga 70 años, pero un tengo un problema familiar muy cercano y no podría. Muchas veces me dicen que si no tengo mono de banquillo y yo les contesto: ‘Tengo más mono que un zoológico y el desierto del Serengueti ese’.

Con usted empezó el Leganés profesional, cuando le subió a Segunda…

En la temporada 92-93. Nos clasificamos para los playoffs. El Leganés quedó campeón de Liga por primera vez en su historia. Ascendimos el 27 de junio de 1993. Inolvidable.

Pocos lujos tendrían en aquella época…

¿Luuuuujos? El Leganés, incluso en Segunda, tenía que salir el día de partido en autobús a las siete de la mañana para jugar a las cinco de la tarde contra el Hércules o el Villarreal, o para ir a Bilbao contra el Bilbao Athletic. Y según terminaba el partido, de vuelta. Recuerdo con mucho cariño mi primera etapa en el Lega. Teníamos de presidente a Jesús Polo, que se venía siempre en el autocar con nosotros y nos poníamos a jugar al tute.

¿Cómo eran aquellos derbis de los años 80 y 90 en Segunda B?

Muy entretenidos, muy fuertes. Eran partidos muy reñidos. Partidos de muchos redaños, por no decir otro nombre.

Entonces se fraguó una rivalidad también con Luis Sánchez Duque, entrenador del Getafe que también acabaría entrenando al Leganés…

Pero siempre desde el respeto, había rivalidad, pero nunca tuvimos problemas. Aquello daba más morbo a los derbis, todo hay que decirlo.

En aquellos años, Getafe y Leganés eran municipios que formaban parte del cinturón obrero de la capital y acogían a muchas personas de otras provincias. De hecho, Jesús Polo vino de Pedro Muñoz (Ciudad Real) y Ángel Torres de Recas (Toledo).

Sí, sí, era todo más familiar, muy cercano. En los viajes, cuando íbamos a la zona de levante siempre parábamos en La Roda a comprar los famosos miguelitos. Jesús que era muy generoso, me decía. ‘Luis Ángel, cógeles a los chicos unas cajas de miguelitos y de bizcochos’.

¿Cuál ha sido el mejor jugador al que ha entrenado?

Fabiano, un brasileño que tuve en el Compostela. En el Leganés tuve a muy buenos como Vivar Dorado y Alfredo, que luego le fichó Osasuna.

¿El mejor al que se ha enfrentado, al que más temía?

Del Getafe, a Rivera. Era un delantero centro muy fino.

¿Tenía manías o supersticiones?

Unas cuantas. Si íbamos en el autocar y el coche de delante los números de su matrícula sumaban 13 me daba un yuyu que no veas. O si nos encontramos con algún coche funerario… Al contrario, si los números del coche de delante sumaban 20 me venía arriba y parecía que lo tenía todo hecho.

¿Qué tal en su faceta de comentarista?

Me lo paso bien. Nunca me dicen que no puedo decir algo. Estoy muy a gusto, con mi casticismo y mis chascarrillos.

En eso va sobrado. Vamos a recordar varias de sus frases y refranes más famosas. Tras un 0-0 con el Compostela, ante el Sporting, declaró que su delantero Sequeiros no acertaría a un cura en una pista de hielo.

Uy, ese no sé si podría decirlo ahora, que todo el mundo se da por ofendido a la mínima.

“El que se meta con mi madre le como la bolsa escrotal”.

Ese fue contra el Palamós, jugamos en Alcalá porque estaba clausurado nuestro campo. Un aficionado, que además era del Leganés, me llamó ‘hijodeputa’. Un periodista me preguntó y lo solté.

“A palabras necias, las trompas de Eustaquio en perfecto estado de letargo”.

Ese vino a cuenta por personas que decían ser periodistas no lo eran y hacían cada preguntita….

“Yo empecé a entrenar cuando Caín inventó la volea al darle una patada en los huevos a Abel”.

Cuando me hablaban de las nuevas técnicas y cosas modernas yo les decía eso. Ese movimiento de Caín con la pierna es el mismo de la volea.

“Ese tío pasa más hambre que un caracol frente a un espejo”.

Cuando tienes poca cosa, pues dices eso. Es muy gráfico, si pones un caracol delante de un espejo ya me contarás qué va a comer, no hay nada.

Para los árbitros también tenía. “No es lo mismo ‘tejidos y novedades’ que ‘te jodes y no ves nada”. O “yo ya tengo los huevos con bucles desde hace muchos años”.

Eso fue después de un Leganés-Fuenlabrada. El árbitro nos expulsó a tres, nos pitó un libre indirecto que no era…

“Hay gente con la que la cotización de los Dodotis sube mucho, se cagan y no se atreven a decirme lo que piensan a la cara”.

Pues eso, que tú estás en un banquillo y con una valla de por medio te dicen muchas cosas, pero después….

¿Se los preparaba?

Jamás. Me salían. Recuerdo una vez, en la COPE, que me preguntaron si hablaba idiomas, y yo, que sabía algo, les dije: ‘Hombre, no es por presumir más que un ratón encima de un queso, pero chapurreo unos cuantos’.

¿Es verdad que fue boina verde?

Sí. Me tocó hacer la mili en Cartagena, en Infantería de Marina, pero un día fue la unidad de operaciones especiales del Tercio de Armada, me eligieron y para San Fernando (Cádiz) que fui.

¿Qué recorrido tuvo como futbolista?

Estuve en la EMT, los compañeros nos juntamos todavía a comer juntos, son amigos de verdad, luego pasé al Rayo, en el amateur, en la 72-73. Jugaba de libre, de hombre escoba que se decía entonces. No era un virtuoso pero le pegaba con las dos piernas.

El fútbol le dio mucho, pero algún episodio negativo tendrá.

El último año en el Compostela. Llegué a sufrir amenazas, me llenaron la casa de pintadas, recibía llamadas.... Y me dejaron una pasta sin pagar que sé que no cobraré.

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