Lewandowski se atasca
El mal momento de juego del delantero polaco, que suma seis partidos consecutivos sin marcar, es una de las claves del deterioro de imagen del equipo.
Para ver el último gol marcado por Robert Lewandowski hay que remontarse al 23 de septiembre, cuando firmó un doblete en la espectacular remontada en Montjuïc ante el Celta. Desde ese día, el casillero a cero. Cierto que por en medio ha estado casi un mes fuera de los terrenos de juego por culpa de un esguince del tobillo, pero desde su reaparición, tras su lesión, apenas ha chutado a puerta, ofreciendo una imagen muy por debajo de su nivel habitual.
No hay duda de que Lewandowski está viviendo su peor momento de juego desde que aterrizó en el Barcelona. Más allá de los goles, la imagen que da en el campo es de un jugador totalmente perdido, sin apenas generar ocasiones de gol y muy desconectado de sus compañeros. Tanto es así que ante el Shakthar firmó su peor partido como blaugrana, sin ningún chut a puerta, ninguna asistencia y cuatro balones perdidos. Unos números ciertamente preocupantes para uno de los mejores delanteros centros de la historia.
En todo caso, los técnicos no dudan que se trata de una mala racha pasajera y confían en el orgullo y compromiso del polaco para revertir la situación de forma inmediata. Consideran que se trata de una situación anómala, y que más pronto que tarde recuperará su olfato goleador. De ahí, que la confianza hacia Lewandowski es absoluta por parte de Xavi.
Eso no quiere decir que desde el área deportiva se esté apretando al club para adelantar la incorporación del brasileño Vitor Roque, considerado el relevo natural para Lewandowski. Fichado para la próxima temporada, el club va a hacer un esfuerzo en todos los sentidos para traerlo este invierno, consciente que el equipo necesita un ‘plus’ de talento arriba si quiere competir por todos los títulos.
Y es que todas las pruebas para ocupar el puesto del 9 han sido un absoluto fracaso. Empezando por Ferran Torres, que ha demostrado no tener asimilados los mecanismos de un delantero centro, hasta por Joao Félix, que tiene muchas virtudes en su juego, pero la de goleador no es precisamente su punto fuerte. Los jóvenes, como Marc Guiu, han sido un brote verde puntual, pero sin poderles exigir mucho más.
Lewandowski es el primero en ser consciente que el equipo necesita sus goles. De hecho, es el máximo goleador de la era Xavi, con 39 dianas. Durante la reunión que tuvo Xavi con el vestuario el pasado miércoles, el polaco fue uno de los más autocríticos, reconociendo que está lejos de su mejor momento y que su obligación es liderar el ataque con sus goles.
Por suerte para el polaco, el domingo ante el Alavés tiene una gran oportunidad de resarcirse. Primero para dar por cerrada esta mala racha -la peor de su historia fue de diez partidos sin marcar, cuando jugaba en el Borussia-, y segundo para ayudar al equipo a recuperar la senda del triunfo y del buen juego.
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