Lenglet, la complicada solución de urgencia

El Sevilla se ve obligado a reforzar el centro de su defensa pese a que Víctor Orta afirmó no hace mucho que en la plantilla hay hasta seis centrales. O mejor dicho, seis jugadores que pueden jugar en esa posición y que por diversas circunstancias, son los principales responsables de que los de Nervión hayan encajado ocho goles en tres jornadas. La nómina la componen Badé, que no es el del año pasado, los eternos lesionados Nianzou y Marcao, el mediocentro Gudelj, el fichaje Gattoni condenado al ostracismo por un fallo en la primera jornada y el canterano Kike Salas.

Así las cosas, el preferido para incorporarse a la zaga de Mendilibar es un viejo conocido de la casa: Clement Lenglet. Cinco temporadas después de su venta al Barcelona por 35 millones de euros, los de Nervión intentan el regreso del central francés. La operación es más que complicada, puesto que el Sevilla sólo podría optar a una cesión y sin asumir el coste total de la ficha de Lenglet. Eso, como es lógico, es algo que no termina de cuadrar en las cuentas del conjunto blaugrana.

Lenglet jugó la pasada temporada en el Tottenham cedido. Disputó 35 partidos y recuperó la continuidad que había perdido el año anterior en el Barcelona. Su periplo como sevillista duró año y medio, desde el mercado de invierno de la temporada 16/17 al verano de 2028, cuando fue traspasado. En ese tiempo, Lenglet disputó 73 partidos y dejó un grato recuerdo en el Sánchez Pizjuán.

El Barcelona tiene a Lenglet inscrito en la Liga, aunque sin dorsal. Arabia tentó al central francés pero no se concretó. El Sevilla suspira por un central que ilusionó con su llegada, a pesar de que fue la segunda opción del entonces director deportivo, Monchi, que no pudo hacerse con la primera, otro central francés llamado Gnagnon que llegaría un par de años después. Y cuyo recuerdo son sus problemas de sobrepeso.