Las Palmas frena en seco
Tras estar 12 jornadas invicta, pierde dos partidos, y el liderato, en apenas cuatro días. Contra Huesca y Burgos, patrones comunes le llevaron a ceder.
La trayectoria de Las Palmas en el presente curso liguero permanecía prácticamente inmaculada hasta el pasado sábado, cuando jugó en Huesca. Ocurre que, a la cita en tierras oscenses, llegaba el equipo de García Pimienta con el liderato de Segunda bien amarrado después de haber aguantado sin perder las 12 primeras jornadas, 23 partidos ligueros en total sumando los últimos 11 de la temporada pasada.
Desde aquella cita de El Alcoraz, y en apenas cuatro días, la UD perdió su imbatibilidad, el liderato y ese aura de equipo impenetrable que se había granjeado desde el pasado mes de agosto. De pronto, frenazo en seco.
Pese a que la trayectoria de Las Palmas continúa estando dentro de los parámetros que se le exigen a uno de los equipos más poderosos de la categoría, tan candidato al ascenso como el que más, sendos resbalones han puesto de nuevo en alerta al equipo grancanario. De momento, ha perdido dos partidos en apenas cuatro días, además ante rivales directos en esa lucha por ocupar una posición lo más privilegiada posible en la atalaya de la liga.
Las mencionadas derrotas ante Huesca (1-0) y Burgos (0-2), esconden, además, patrones comunes, como la alarmante falta de eficacia ofensiva del equipo grancanario y el uso poco gratificante de su posesión de balón. Si en tierras oscenses, donde perdió 1-0, amasó el 85,1% de tenencia de la pelota, esta cifra ‘bajó’ ayer al 77,9%. También remató mucho más Las Palmas, pero su efectividad resultó ser infinitamente menor. Si en El Alcoraz remató 17 veces por tres de su rival, en el Estadio de Gran Canaria la diferencia fue de 18 a siete. Haciendo poco le generan mucho daño.
Asimismo, la voracidad ofensiva de Las Palmas, que sin embargo le tiene seca de cara a la portería rival, tres goles en apenas seis partidos, tuvo también su fiel reflejo en los córners durante estas dos derrotas. Ante el Huesca sacó 16 (cuatro de su rival), mientras que ante el Burgos logró tener 11 (por tres del oponente). El balón parado también está siendo un arma desperdiciada.
Adoleció Las Palmas de velocidad con la pelota ante dos rivales tan buenos en lo suyo, acumulando a mucha gente por el centro para tapar esos pasillos interiores que tanto gusta usar al equipo grancanario. Hay margen de mejora y, especialmente, propósito de enmienda. Pocos rivales más propicios para ello que el Eibar, quinto clasificado, que el sábado visita el Estadio de Gran Canaria (17.30 hora insular).