Barcelona

Las llaves para De Jong

La lesión de Pedri y la falta de perfiles para sustituir al canario obligan al holandés a interpretar un nuevo rol, en el que deberá ser más protagonista. Pierde seis balones menos que Pedri por partido: no arriesga.

Frenkie de Jong, en un partido ante la Real.
GORKA LEIZA
Juan Jiménez
Redactor jefe de AS. Fue colaborador en AS (2000-04) y, después de pasar por Málaga Hoy, regresó como jefe de Sección en Málaga. Delegado de Andalucía entre 2009 y 2012, colaboró en la integración digital-papel de AS en Madrid. Cubre la información del Barça y la Selección de baloncesto. Tres Juegos Olímpicos. Colaborador de SER, Canal Sur y Gol.
Actualizado a

La lesión de Pedri deja a Frenkie de Jong, 28 años, ante uno de esos escenarios en los que puede escapar de la etiqueta de jugador poco determinante de la que le acusa el sector del barcelonismo que siempre le pone bajo sospecha. Cómodo en el rol de acompañante de Pedri, el jugador que ha tenido las llaves del Barça de Flick desde que el alemán aterrizó el verano de 2024, la ausencia de jugadores con el perfil de Pedri (sólo Gavi, con unas características diferentes al canario pero con sus virtudes, podría hacer de organizador y está lesionado), obliga al holandés a dar un paso más.

Supuestamente, De Jong tiene condiciones naturales para hacerlo. Físico para trasladar el balón, visión de juego y toque. Su ADN, sin embargo, está muy vinculado a la conservación del balón. Es muy difícil verle arriesgar. Por poner un ejemplo, Pedri pierde 12 balones por partido en Liga. De Jong, sin embargo, sólo 6,25. Responde, sin duda, al juego mucho más atrevido del canario, que no tiene problema es arriesgar cuando se trata de acelerar el fútbol y ya ha marcado dos goles, por cero del holandés, en el campeonato.

De Jong, que juega más con instinto de supervivencia que instinto asesino, está obligado a darle un giro algo más atrevido a su juego. Será importante observar qué claves le da Flick al respecto y, sobre todo, qué respuesta da el jugador, acostumbrado a un papel menos protagonista del que deberá interpretar a partir de ahora. Recién ampliado su contrato hasta 2029, se aprecia un De Jong distinto en los últimos meses. Con más galones en el vestuario, con más firmeza en la hierba, con más jerarquía en las declaraciones. Después del Clásico, salió a dar la cara por Lamine y a darle un toque de atención a Carvajal. “Podría habérselo dicho en privado”, le recriminó a uno de los capitanes de la Selección después de sus gestos al ‘10’ en el Clásico.

Acabada ya la etapa de los clásicos (Messi, Piqué, Alba, Busquets), y con Ter Stegen algo alejado del día a día por su lesión y su difícil situación deportiva, De Jong se ha convertido en uno de los portavoces del equipo. Para defender a Lamine, si es necesario, pero también para mostrar su disconformidad, por ejemplo, como el partido de Miami. En eso, siempre ha sido un jugador con personalidad y voz propia. En enero de 2022, después de la Supercopa de España, se enfadó severamente cuando Laporta dio un discurso triunfalista después de perder la final contra el Madrid.

Noticias relacionadas

“Me quedo aquí para ganar títulos”, dijo recientemente en el acto de su renovación hasta 2029. En ocasiones, sin embargo, De Jong no acompaña ese carácter ganador con un pasito más sobre el campo en ocasiones. No habrá mejor que esta para demostrar que no es sólo un actor de reparto y que es capaz de arrastrar y echarse al Barça a la espalda.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Fútbol

Productos recomendados