“Las jugadoras tienen más predisposición a aprender que los jugadores”
Segunda jornada del primer Congreso internacional de fútbol femenino con la participación de Lola Romero, Patricia Campos, Garbiñe Etxeberria, Olatz Rivera y Juanjo Vila, entre otras personalidades de este deporte.
La segunda jornada del primer Congreso de Fútbol femenino que se ha celebrado estos días en el recinto ferial Ficoba de Irún no ha defraudado. Mediante seis mesas redondas y ponencias con personalidades muy relevantes de este deporte se ha intentado reflexionar sobre la situación de la mujer en el fútbol y por extensión en la sociedad. Se ha hablado de las necesidades de la mujer en el ámbito de la prevención de lesiones, de la salud mental y de lo que diferencia a las jugadoras de los jugadores. “Me paso al fútbol femenino por mis jugadoras, Ivana Andrés, Tere Abelleira, y Alba Redondo. Y por mi representante, Rosa. Yo trabajaba con ellas antes y hubo un día que Tere me escuchó hablar y me preguntó, quería saber más. Por eso me dedico al mundo del fútbol femenino, por ellas. Porque la predisposición y la atención a aprender es superior a la del hombre. Ellas no les vale sólo con saber el porqué, necesitan mucho más. Son más inquietas y quieren aprender mucho mas. Y yo estoy disfrutando como nunca lo había hecho”, dice Juanjo Viles, el entrenador del Madrid CFF. Todo dentro del contexto de que ”el deporte más inculto tácticamente que hay es el fútbol, más que otros deportes. Hay que crear cultura táctica, hablan lenguaje táctico. Eso se hace a través de la memoria y la inteligencia tácticas”, añade.
En esta segunda jornada tuvo lugar un apartado importante para el arbitraje en el fútbol femenino, para las árbitras, cuya evolución ha sido más tardía que la de las jugadoras. “Es un camino que hacemos paralelo, y vamos alternando partidos de masculinos con femeninos. La idea de arbitrar en masculino es porque el ritmo es diferente y es una manera de hacernos mejores para que estemos más formadas”, señala la árbitra bilbaína Olatz Rivera, que reconoce que ellas han avanzado gracias a las jugadoras. ”Sin las jugadoras no hubiésemos llegado a nada. Porque ellas marcan el camino y conseguimos mejoras porque era muy difícil dedicarte al arbitraje sin tener tu trabajo. Afortunadamente eso ha mejorado y ahora se me cae mucho menos el pelo. Porque era muy estresante tener que cuadrar los turnos en el trabajo para tener que ir luego a arbitrar. Al final no das el 100% ni en tu trabajo ni en el arbitraje”. Y cuando se le pide una opinión sobre el VAR, que no está implantado en el fútbol femenino y es una de las peticiones, Olatz Rivera aboga por empezar por una solución intermedia. “Hay una alternativa al VAR por la que se puede empezar, porque hay solo un operador y no hay un árbitro extra sino el cuarto árbitro tiene un papel añadido. Y los entrenadores tienen e dos jugadoras por pedir la revisión para que el árbitro la vea en el monitor. Que tiene razón h cambia la decisión, le devuelve la petición, y si la arbitra no cambia de opinión, pierde esa petición. Pero haría falta cuantas más cámaras mejor”, explica.
La leyenda de la Real Sociedad, Aintzane Encinas, también habla del arbitraje en el fútbol femenino. “¿Cuándo una arbitra pudo verse como arbitra como profesional?”, se pregunta. Y ella misma se responde. “Desde hace dos años. Sin árbitros un partido no se puede jugar. ¿Desde hace cuando puedo decirle a mi familia que quiero ser árbitro sin que me mire raro? En esa evolución del fútbol femenino en el que va mucho más adelantado los técnicos y las jugadoras, el arbitraje va retrasado. Si el camino es que arbitren en fútbol femenino y en fútbol masculino, pues igual es el camino”, señala. Y le sigue Patricia Campos, la primera mujer de la armada española en pilotar un reactor, que luego llegó a ser entrenadora profesional en Estados Unidos y que ahora también ejerce de comentarista. “Las futbolistas se han profesionalizado muy rápidamente y a las arbitras les está costando más. No se puede generalizar si es buena o mala la arbitra, o si es es mejor o peor que un hombre árbitro”. Patricia Campos añade una anécdota que le ocurrió mientras ejercía su labor de comentarista en un mundo generalmente dominado por los hombres. “Eso lo hemos sufrido todas, yo que por ejemplo yo que también comento partidos, todavía pasa que tu opinión por ser mujer se tiene menos en cuenta y parece que si llevas la contraria no puedes porque eres mujer. O hay gente que te ve en la cabina para comentar y antes de ser comentarista, te dice que si eres la maquilladora, eso me ha llegado a pasar”. Son algunos de los estigmas que debe superar la mujer en el mundo del fútbol y es uno de los temas más recurrentes en este congreso prionero.
También han participado personas que lideran los clubes de los despachos y que tienen una larga trayectoria en el fútbol femenino. Es el caso de Lola Romero, directora deportiva del Atlético de Madrid femenino. “Es imposible que ahora vayamos al margen del fútbol masculino. Por ahora nos debemos aprovechar de los mecanismos que nos dan para seguir creciendo hasta llegar al objetivo de que los proyectos sean sostenibles. El fútbol femenino está chup chup, pero ya empieza a hervir y a oler muy bien”, señala en tono jocoso, contando después la anécdota que tuvo con el Rey, Felipe VI. “En una de las reuniones que tenemos en las dos finales que el Atlético juega la final de la Europa League, me encuentro con el Rey, y después de saludarle, le agarro de la manga y le digo, ‘majestad’, hable con su señora que estaría bien que la Reina esté en una final de su Copa, de la Copa de la Reina. Él se giró y le dijo a su gente de confianza que lo tuviera en cuenta. Ese mismo año la Reina Leticia presidía el palco de la final de la Copa de la Reina”. Fue en Granada, la final que precisamente le ganó la Real Sociedad al Atlético de Madrid. Allí estaba Garbiñe Etxeberria como Directora Deportiva de la Real Sociedad. “Venimos de un tiempo en el que no teníamos visibilidad, no había referentes y eso ha cambiado. Hay muchas cosas por hacer, pero hay que tener en cuenta el crecimiento que hemos tenido en muy poco tiempo. No podemos pensar en igualarnos en todo al fútbol masculino, porque no estamos en ese punto todavía. Debemos coger las cosas buenas que nos ofrece para seguir evolucionando, pero de manera consistente y sabiendo que debemos seguir mejorando nuestro producto para que podamos seguir creciendo”, sentencia.
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