Las bajas de Arambarri y Arbilla dejan la zaga armera en cuadro
El central azkoitiarra fue trasladado al hospital para evaluar el impacto en las cervicales, mientras que el capitán fue expulsado a diez minutos de finalizar el choque.
No hay tiempo para lamentos en Ipurua. 72 horas después de salir escaldados de Anduva, este miércoles el Eibar recibirá la visita del Cádiz. Un duelo trascendental en las aspiraciones azulgranas por reengancharse a los puestos punteros de la tabla y para el que Joseba Etxeberria perderá aparentemente a sus dos bastiones principales. Estos son Anaitz Arbilla y Aritz Arambarri. El capitán fue expulsado a escasos minutos del final por ver dos cartulinas amarillas consecutivas, por lo que su baja está garantizada. El central azkoitiarra, en cambio, está a la espera de recibir las pruebas médicas que le confirmen la lesión tras recibir una fuerte contusión en las cervicales.
Pasada la media hora de encuentro, Arambarri sufrió un fuerte impacto en la parte posterior del cuello al chocar contundentemente con un jugador rojillo. Las asistencias acudieron de inmediato, pero el dolor severo que padecía le impidió continuar sobre el verde. Tras hacerle una valoración previa en los vestuarios, el ‘22′ fue trasladado al centro médico, tal y como confirmó el técnico armero: “Ha tenido que ir al hospital con un collarín. Veremos el parte médico, pero no pinta bien”. De manera que el Eibar puede verse sin uno de los centrales titulares en la maratón particular de octubre. Tras enfrentarse al Cádiz, los armeros pondrán rumbo a Málaga y Logroñés, antes de recibir al Elche en tan solo dos semanas.
Además de perder a dos piezas titulares, el ‘Gallo’ se verá obligado a renunciar al sistema de tres centrales implementado en las dos últimas fechas. Pese a que Sergio Álvarez pueda cumplir en esas labores, solo Álvaro Carrillo y Chema Rodríguez cumplen con el perfil. Asimismo, en el día de ayer, el esquema no ofreció tantas soluciones como frente al Eldense. Tanto Eibar como Mirandés calcaron su disposición táctica, por lo que no hubo cabida para las superioridades. Todo fueron duelos, y en esos, los jabatos estuvieron muy por encima. Como en las segundas jugadas, donde cada balón que caía sobre el tapete pasaba a ser propiedad rojilla. A Etxeberria le está costando dar con la tecla para ver la mejor versión del Eibar y el Cádiz no parece el contrincante más idóneo para hacerse con ella. Los problemas nunca se acaban, pero las soluciones tampoco.
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