Laporta no bajó al vestuario
El presidente no arengó al equipo tras la eliminación de la Copa como sí hizo en el primer año de Xavi tras perder la final de Supercopa ante el Real Madrid.
Joan Laporta estaba muy enfadado tras el nuevo revés del equipo en este inicio del 2024. Puede que la imagen del equipo fuese mucho mejor respecto a la final de la Supercopa de España y que los jugadores compitieran hasta las últimas consecuencias, pero a la postre el resultado fue el mismo: un título perdido. Teniendo en cuenta que tanto Laporta como Xavi se han autoimpuesto la conquista de títulos como principal marcador sobre si la temporada es un éxito o no, parece claro que en la situación actual -con solo LaLiga y la Champions en juego- se han encendido todas las alarmas en ‘Can Barça’.
Una prueba palpable de los nervios que hay ahora mismo en la entidad catalana es que Laporta no bajase al vestuario tras el partido para arengar a los futbolistas. Nada que ver con las imágenes que difundió en su día el canal del club, cuando el equipo, pese a perder la final de la Supercopa del 2022 ante el Real Madrid, recibió el agradecimiento del máximo dirigente blaugrana, felicitándoles por el partido y asegurándoles que todo el barcelonismo estaba orgulloso de ellos.
Dos años después, Laporta, en un contexto similar -perder un título en la prórroga tras haber realizado un partido más que digno-, optó por no bajar al vestuario, un claro síntoma del deterioro que hay entre todas las partes, con un presidente cada día más impaciente y un entrenador enviando mensajes extrañamente lacónicos.
Hay que recordar que, una semana antes, en la previa del partido de Copa ante el Unionistas de Salamanca, el presidente acudió a la Ciutat Esportiva para arengar al vestuario de cara a los próximos compromisos, pidiéndoles compromiso. Pues bien, esta arenga ha acabado en saco roto siete días más tarde.
La reacción del máximo dirigente de no bajar en esta ocasión al vestuario evidencia el enfado en la planta noble, que ve cómo se escapan las opciones de ganar un título este año. Y es que la Copa era el título más factible a día de hoy, tras la eliminación del Real Madrid en octavos, pero una vez más, los jugadores no han sabido estar a la altura en una competición del KO.
En el viaje de vuelta a Barcelona todo eran caras largas. Ni tan siquiera el aniversario de Xavi, que este jueves cumple 44 años, se celebró. La verdad es que no había motivos. Cada día parece más claro que el proyecto del actual entrenador tiene los días contados, por mucho que Laporta siga enviando brindis al sol, asegurando que se puede ganar incluso la Champions.