Europa se rinde a Lamine Yamal
El atacante del Barça se convirtió en el debutante y goleador más joven en la historia de la Selección. “El adolescente continúa con su temporada estelar” o “Debut de ensueño” fueron algunos de los grandes titulares.
El 8 de septiembre de 2023 podrá pasar a ser dentro de unos años como la fecha de la consagración definitiva en la que Lamine Yamal se presentó al mundo. En la llovizna de Tiflis, ante Georgia y con España jugándose la clasificación para la próxima Eurocopa de Alemania 2024, una estrella mundial nació. Tras derribar la puerta de un Barcelona huérfano de nuevos ídolos después de la marcha de Leo Messi y darse a conocer en LaLiga, Lamine dejó también su carta de presentación a todo el Viejo Continente. Un elegido, con ángel, que parece no tener límites. O no se atisban. Desde el desparpajo y atrevimiento propio de un chaval de 16 años, Lamine continuó destrozando marcas de precocidad a la par que siguió escribiendo páginas de oro en su historia. Y en la de España. Porque la futura promesa es más que nunca una realidad.
La lesión de Marco Asensio al filo del descanso transformó un importante revés en un hecho histórico. Y Yamal, como oda a su trayectoria, entró antes de lo esperado. Con el ‘19′ a la espalda, y 16 años y 57 días sobre la faz de la tierra, Lamine ingresó al verde del Boris Paichadze Dinamo Arena para superar a Gavi y convertirse en el futbolista más joven en debutar con la camiseta de la Selección española. Casi nada. Un hito que, además, va más allá de nuestras fronteras, pues su aparición entró directa en el podio de jugadores más jóvenes en debutar con sus combinados en toda la historia del deporte rey, sólo superado por Odegaard (16 años y 253 días con Noruega) y Samuel Eto’o (15 años y 364 días con Camerún).
Un debut que ya era histórico de por sí, pero que Lamine, insaciable y con hambre de gloria, se encargó de convertir en antológico. Tocado por una varita. A falta de un cuarto de hora para el pitido final, el futbolista del Barcelona agrandó su gesta. Con un zurdazo, potente y raso, el ‘19′ puso la guinda a su estreno cerrando la goleada de España y erigiéndose como el goleador más joven de la historia de la Selección superando también a Gavi, que lo hizo con 17 años y 304 días. Además, su diana lo situó como el tercer jugador más joven en la historia en marcar para una selección europea, superado únicamente por Sam Johnston en 1882 con Irlanda del Norte (15a 160d) y József Horváth en 1906 con Hungría (16a 12d). Destinado a marcar una era.
“Estoy muy feliz por mi debut y por el gol. Estoy viviendo un sueño. Quiero dar las gracias a los jugadores y al entrenador por la confianza que me han dado y a todos los que me han ayudado en este camino”, reveló Lamine en zona mixta con la sonrisa en su rostro radiante de inocencia. Porque hay niños que no se comportan como tales. Su exhibición en Tiflis cautivó a a propios y extraños que terminaron por rendirse al talento de Lamine. “Debut de ensueño” (La Gazzetta), “El adolescente continúa con su temporada estelar” (BBC) o “Histórico Lamine Yamal” (Record) fueron algunos de los grandes titulares del panorama mundial en la noche en la que el diamante en bruto del Barcelona reescribió la historia de la Selección. En medio de la vorágine por el ‘caso Rubiales, Lamine llevó el protagonismo al verde.
Pero más allá de los récords, el partido del futbolista nacido en Mataró no se quedó atrás respecto a las estadísticas. En sus 46 minutos sobre el césped, Lamine obtuvo un 79,2% de precisión en el pase e intervino hasta en 44 ocasiones (el séptimo que más de la Selección). Realizó siete regates, dos de ellos completados y tuvo un 66,7% de precisión en el último tercio. Unos registros que evidencian una calidad y personalidad arrolladora con la que ya se ganó el corazón y confianza de Xavi Hernández en la Ciudad Condal y va ya camino de conseguirlo también con Luis de la Fuente en la absoluta. Porque entre tantas estrellas fugaces en forma de jóvenes talentos, Lamine recuerda al Sol durante el amanecer, lejos de los mortales y con un brillo que ilusiona como pocos. España tiene un tesoro.