La salida de Piqué ahorrará al club 50 millones como mínimo
El central renuncia a un año y medio de contrato, muy probablemente al bono de fin de carrera y queda por concretar como se le pagan las cantidades diferidas en su día.
El pasado 10 de agosto AS explicó que en el curso de una cena con Joan Laporta, Gerard Piqué se ofreció a jugar gratis si era necesario. Quedó la propuesta en buenas palabras, pero después de que el central anunciara su decisión de retirarse, se puede decir que en términos económicos ha cumplido su palabra.
El Barça se ahorrará como mínimo unos 50 millones con la salida de Piqué, que perdonará al club el año y medio que le queda de contrato. Si bien es cierto que el segundo año dependía de que jugara un número determinado de partidos este curso, esa cantidad estaba en el proyecto del presupuesto de la próxima temporada.
Esta renuncia también afecta al bono de final de carrera que le firmó Bartomeu en su día tal como hizo con Messi, que aún lo tiene que cobrar. Ahora queda por pactar como se le abona el dinero que difirió en su última renovación después de que a incio de la pasada temporada Piqué ya se bajara el sueldo para que así el club pudiera inscribir in extremis a Eric Garcia y Memphis Depay.
Piqué empezó la temporada convencido de que podía ser útil al equipo. En esa época, el central aún tenía la convicción de que sería capaz de revertir su situación en el Barcelona. Antes de irse de vacaciones, Xavi ya le había advertido que su rol en el equipo iba a cambiar. La consolidación de Araújo y los fichajes de Koundé y Christensen, que se sumaban a la llegada de Eric Garcia un año antes le situaban en una posición complicada que ya vio que sería imposible de revertir cuando el equipo blaugrana tanteó el fichaje de Íñigo Martínez.
Este paisaje, unido a episodios como el discurso del director de fútbol, Mateu Alemany en la asamblea del club cuando dijo que había jugadores que “son imposibles de transferir y por otro lado gravan el fairplay. Son salarios fuera de mercado, el objetivo es que desaparezcan” fueron marcando distancias.
Tras estas palabras llegaron los pitos del Camp Nou cuando Xavi le dio entrada en el césped minutos después de hacer un cambio múltiple y la decisión del técnico de preferir a Marcos Alonso como central por delante del capitán. Si a eso le unimos su fallo en el decisivo partido ante el Inter, tenemos todos los ingredientes del cóctel que estalló el jueves por la tarde.
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