La redención de Tchouameni
El pivote francés ha pasado de ser pitado en el Bernabéu a ser aplaudido por sus actuaciones a lo largo de todo 2025.
Transcurría la segunda parte del encuentro ante el Sevilla cuando Aurelién Tchouameni (25 años) recuperó el balón, justo en la perpendicular del centro del campo, avanzó hacia el centro del campo, sorteó a un par de rivales antes de soltar un pase de 30 metros hacia el costado derecho. Dentro de la mediocridad del partido que se llevaba jugado, esa acción levantó aplausos de una afición madridista, abocada a disfrutar en acciones puntuales.
Lo cierto es que el pivote francés se está consolidando en el once de un Xabi Alonso que ha sabido explotar las condiciones físicas del de Ruen. Sin ir más lejos, en este curso apenas se ha perdido dos partidos por una lesión en el muslo (“en el músculo semitendinoso de la pierna izquierda”, rezaba el parte médico que emitió el club blanco a comienzos de noviembre), que le impidió participar en dos encuentros, ante Rayo y Elche, y en donde se vieron las costuras del equipo de Xabi Alonso sin la presencia del centrocampista. Su regreso trajo una leve mejoría en la estabilidad defensiva madridista. Ahora, incluso se le ve incrustado entre los dos zagueros para dar altura a los laterales, facilitar la salida del balón y sacar al equipo de la zona trasera.
Su hoja de servicios ante el Sevilla le sitúa en el segundo puesto entre los jugadores madridistas con mayor número de intervenciones con un total de 78, sólo por detrás de Huijsen (104), completó 65 pases, hizo cinco recuperaciones y fue el madridista con más entradas ganadas (dos). También participó con una ocasión creada. Su balance con él en el campo asciende a 116 triunfos en 169 partidos, un 68,64%.
Pero es cierto que el internacional galo ha revertido su situación a lo largo de este 2025. Cuestionado tras su penosa actuación en la final de la Supercopa de España, donde actuó como central y fue superado constantemente por los jugadores del Barcelona, se rumoreó su salida al término de la pasada campaña. La llegada de Xabi Alonso, su tenacidad y su capacidad de sobreponerse a las constantes críticas le han ido consolidando en el eje del centro del campo blanco.
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Según estadísticas de DataMB, el francés domina en tres facetas clave en un centrocampista: gana el 96% de duelos, tiene un 95% en pases hacia adelante completados (es decir, que encuentran a un compañero que está más adelantado), con un 98% de efectividad en ese apartado. Su gran debe, sin embargo, son las carreras progresivas, donde apenas alcanza un 20% de efectividad. Su mejor ejemplo fue su espectacular actuación en el Clásico del pasado mes de octubre, donde clonó antiguas actuaciones de su antecesor Casemiro: ajustó la línea en la frontal, se adelantó a acciones rivales reduciendo posibles daños, taponó pases interiores y ayudó a Militao y a Rüdiger dentro del área. Preguntado por este momento, Tchouameni explicó que la mejoría en su rendimiento había sido durante un encuentro de la pasada campaña: “Me dan tres o cuatro balones y me pitan en todos. Tienes dos opciones: o te caes o haces tu juego. Aquel día hice un gran partido y al final los silbidos desaparecieron. Fue un momento importante que me ayudó a crecer”. Otra razón fue la conversación técnica y táctica que mantuvo con Xabi Alonso al comienzo de la temporada y que le ha hecho mejorar notablemente. Tchouameni ha mejorado notablemente en un año en el que le ha servido para redimirse…
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