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Real Sociedad

La Real sigue siendo endeble contra los equipos grandes

El equipo de Imanol volvió a quedarse sin gasolina ante el reto físico que le planteó el Barcelona, y desde 2019 no es capaz de ganar en el Reale Arena a uno de los conjuntos de la parte alta de la tabla

SAN SEBASTIAN, SPAIN - 21 August: Ousmane Dembele right winger of Barcelona and France shooting to goal during the La Liga Santander match between Real Sociedad and FC Barcelona at Reale Arena on August 21, 2022 in San Sebastian, Spain. (Photo by Jose Hernandez/Anadolu Agency via Getty Images)
Anadolu AgencyGetty

La Real Sociedad perdió contra el Barcelona. Eso ya no es noticia. Tristemente. Así lleva sucediendo los últimos años. Son ya siete concretamente las temporadas que no le gana el equipo culé en el Reale Arena. Lo relevante de la derrota en este caso es que llega después de haber competido de tú a tú durante una hora notable de juego. Pero después se cayó. En dos minutos. En dos minutos de locura futbolística de Ansu Fati; pero también en dos minutos de apagón generalizado en los donostiarras. Todo pasó muy rápido. Se pasó del 2-1 con el gol anulado a Brais Méndez al 1-3 en un abrir y cerrar de ojos. Y el partido estaba visto para sentencia. Parece mentira. Pero la Real compitió de manera fantástica durante el tiempo que le duró la gasolina contra un equipo como el Barça, que impuso un ritmo endiablado, un ritmo de equipo de Champions, lo que quiere ser la Real, pero que a día de hoy la cruel realidad es que no está preparado para serlo. El tiempo dirá si evoluciona para conseguirlo. De momento, la película se repite, y eso es lo preocupante.

La temporada pasada se hablaba mucho de lo endeble que era el equipo de Imanol Alguacil desde el punto de vista físico, incapaz de aguantar los ritmos de equipos poderosos en esa faceta, como le pasó contra el Leipzig, por ejemplo. Este verano se han gastado 31 millones de euros en fichajes, la mayor inversión de su historia en el mercado. Pero no ha servido para paliar esa carencia tan importante. La Real sigue cayéndose cuando los partidos se plantean a un nivel físico tan exigente como el que han querido imprimir ambos equipos. Así que dio la talla hasta que las fuerzas le acompañaron. Habrá que pensar que se trata de un déficit de principios de temporada, y que se va a corregir con el transcurso de la competición. Porque esa será la clave para que los donostiarras puedan dar ese paso adelante que tanto reclaman los aficionados a esta Real en partidos grandes como éste contra el Barcelona.

Porque es una pena, da mucha rabia, tirar por la borda un trabajo tan sobresaliente como el que llevaron a cabo durante esa hora de juego en la que, incluso, mereció ponerse por delante en el marcador, más allá del golazo de Alexander Isak. La gasolina tiene que durar hasta el pitido final del colegiado, porque para eso se preparan a conciencia en Zubieta. Pero más allá de todo este asunto, la realidad es que la Real no mereció tampoco recibir cuatro goles. Hizo méritos más que de sobra para estar más cerca del Barça. Y sin mencionar la actuación arbitral, que una vez más contra el Barcelona le vuelve a perjudicar. Dembélé, autor del 1-2, debió estar en la calle en la primera parte, por un codazo a Aihen Muñoz con el balón en juego que era merecedor de una tarjeta roja directa. En la Real siguen sin entender como no fue expulsado. Eso influyó en el desarrollo del partido, porque el francés debía estar fuera del terreo de juego cuando marcó. Por supuesto que se pudo ganar al Barcelona, pero todos los detalles fueron en contra. No queda otra que levantarse y aprender. De nada sirve lamentarse. Esto no ha hecho más que comenzar.

Este problema con el que se encontró la Real Sociedad se enmarca dentro de otro que tiene desde que Imanol Alguacil es entrenador del primer equipo, aunque la realidad es que luego no le ha supuesto ningún hándicap a la hora de pelear, y conseguir, por entrar en competición europea, algo que lleva haciendo tres temporadas consecutivas. El caso es que Real no gana en Anoeta a un equipo de la parte alta de la tabla desde septiembre de 2019, cuando se impuso por 2-0 al Atlético de Madrid. Desde entonces, ha cosechado siete empates y diez derrotas. Un registro con el que seguramente se explique que no haya terminado de dar el salto para pasar a pelear por entrar en Champions League y que deberá corregir esta temporada si quiere dar ese paso adelante para soñar con terminar entre los cuatro primeros clasificados.