La Real no termina de arrancar
Con tres empates en tres jornadas aún no sabe lo que es ganar, siendo el peor comienzo desde que Imanol dirige a la plantilla realista desde el inicio liguero,
La Real Sociedad no termina de arrancar. Es verdad que no pierde, pero tampoco gana. Tres partidos, tres empates. Y un guión parecido en los tres. Una parte decente, tirando a buena. Y otra mitad insuficiente como para pensar en ganar. Al menos tampoco le penaliza con una derrota. Pero las sensaciones no son buenas. Y ya es el peor arranque del equipo donostiarra desde que Imanol dirige al primer equipo desde el inicio liguero. Porque esta Real no es la Real. Está irreconocible. No está teniendo casi ninguna de las señas de identidad que le habían llevado a tocar el techo en campañas anteriores. En Canarias sumó su tercer empate en tres jornadas en la presente liga. Y gracias. Porque Alex Remiro volvió a ser su salvador, con hasta tres paradas soberbias y de un nivel superlativo.
Esta vez en Canarias el guión cambió de orden. Fue al revés. Aunque el desenlace fue el mismo: empate. A diferencia de las dos primeras jornadas en casa, la Real Sociedad hizo una primera parte deficiente, horrible y lejos del nivel que se presupone a esta plantilla llamada a jugar la Champions. Despertó tras el descanso. Imanol les puso las pilas a sus jugadores. Pero no fue suficiente. Aunque, al menos, sí que pisó el área rival y generó ocasiones de verdadero peligro que bien podían haberle permitido volverse con la victoria. Aunque Remiro siguió parando ataques de Las Palmas, especialmente con disparos desde fuera del área.
La sensación es que esta Real está todavía de pretemporada. Y eso es una mala noticia. El equipo realista ni está en buen tomo físico, ni tampoco desde el aspecto técnico, y por supuesto falla en los aspectos tácticos del juego. A esta Real se le ha olvidado ganar disputas, que era algo en lo que era el mejor. A esta Real se le ha olvidado jugar la pelota con fluidez, que cuando lo hacía maravillaba a todo el mundo. Esta Real ha perdido su eficacia de cara a la portería rival. Y en esta Real ha desaparecido los buenos fundamentos defensivos que le permitían aguantar pequeñas ventajas para conseguir victorias muy valiosas. Ahora le llegan y le tiran más de lo normal, y menos mal que Alex Remiro ha empezado la liga inspirado, a un nivel espectacular bajos palos. Porque sino...
Ninguno, o casi ninguno, de sus futbolistas está a su mejor nivel. Y eso es un problema. Porque en este caso, mal de muchos... no es consuelo. Que no son tontos. Imanol se ha dado cuenta, y enseguida ha alzado la voz para intentar poner las pilas a sus jugadores. “Regalando un parte no se puede ir a ningún lado”, dijo. O “no estamos físicamente a nuestro mejor nivel, nos ha sorprendido el nivel de presión del rival”.
El foco está sobre el césped, aunque desde el banquillo también hacen autocrítica. Hay que trabajar más para recuperar la seguridad perdida atrás, y también coger de nuevo la seguridad con balón. La vuelta de Mikel Merino, que debe ir a más, ayudará seguro. Y el debut del ruso Arsen Zakharyan, que dejó destellos interesantes y fue de lo poco salvable del empate en Canarias. Hay preocupación lógica por un estreno liguero deficiente, por mucho que no haya perdido. La visita del Granada llegará en medio de los primeros nervios de la temporada. Pronto han aparecido. Es lo que tiene no haber ganado todavía después de tres jornadas.