La Real, a un derbi con un portero de Zubieta 18 años después
Unai Marrero, que debuta como titular en Primera, recoge el testigo casi dos décadas después de Asier Riesgo, el último meta gipuzkoano en la portería realista en San Mamés.
Unai Marrero recoge este sábado el testigo de Asier Riesgo. El portero azpeitiarra, que debuta como titular en Primera división en San Mamés, marca un hito que nadie había sido capaz de igualar en las dos ultimas décadas: que un portero gipuzkoano formado en Zubieta defienda la portería de la Real Sociedad en un derbi vasco.
Concretamente, han pasado 18 años desde la última vez que Riesgo se puso bajo los palos para defender la portería txuri-urdin en un derbi. Fue en la primera jornada de la temporada 2006-07, la que acabaría torciéndose hasta tal punto que la Real Sociedad acabaría perdiendo la categoría y descendiendo a Segunda división 40 años después. Pero antes que todo se complicada, el curso había empezado con un buen punto logrado en San Mamés, en el derbi de la primera jornada.
Sucedió un 27 de agosto del 2006. Mikel Aranburu empató en el 86 el gol que había marcado en la primera parte de penalti Aritz Aduriz, en el derbi vasco que siempre será recordado porque el delantero donostiarra del Athletic marcó desde los once metros después que se pitara penalti por mano supuestamente de Labaka, en la actualidad ayudante de Imanol, cuando el balón había pegado en la mano de Aduriz. Hoy en día con el VAR ese gol ni había subido al marcador.
Bien, pues aquel día también es recordado porque es el último derbi con un portero de la casa en la Real Sociedad… hasta este sábado, cuando Marrero se pondrá bajo los palos de las porterías de San Mamés. El azpeitiarra debuta como titular en Primera por circunstancias, por la expulsión de Remiro en la última jornada contra el Alavés. Lo hace sin apenas bagaje en la élite, pero habiendo crecido una barbaridad. Apenas ha jugado un puñado de partidos de Copa y amistosos… además de 70 minutos en el último encuentro liguero.
Lo más curioso de todo es que Riesgo jugó en San Mamés uno de los escasos 10 partidos que disputó esa temporada de infausto recuerdo, cuando venía de ser titularísimo las dos temporadas anteriores. Es decir, casi fue de casualidad. Lo que no sabía es que iba a marcar una efeméride tan sorprendente. Porque han sido 18 años sin portero de la casa, cuando Gipuzkoa históricamente se había caracterizado por sus destacados porteros formados en su cantera, y mientras en ese tiempo Zubieta se ha afanado en sacar grandes jugadores en otras posiciones. Claudio Bravo, Gero Rulli, Remiro, Moyá, y Ryan han sido desde entonces los porteros. Todos ellos grandes guardametas, fichados al no tener porteros en Zubieta. Y ahora le toca a Marrero deshacer esa especie de maldición que dura dos décadas, retornar a esa tradición perdida en la Real, la de sacar de Zubieta porteros de muy alto nivel. El derbi de San Mamés puede ser un punto de inflexión.
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