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REAL SOCIEDAD

La quinta clasificación para la Champions fue merecida y brillante

La Real Sociedad volvió a clasificarse una década después para la máxima competición continental con todos los honores, al estar las 25 últimas jornadas de Liga entre los cuatro primeros.

El entrenador de la Real Sociedad, Imanol, es manteado por sus jugadores para celebrar la clasificación para la Champions League.
DANI SANCHEZDIARIO AS

“No es el qué habéis logrado, sino el cómo lo habéis logrado. Vosotros habéis elegido honor y orgullo que os ha llevado a la gloria”. Estas palabras de Imanol Alguacil en el vestuario de la Real Sociedad en el Metropolitano, tras lograr la clasificación matemática para la Champions League, fueron el inicio de una larga e intensa celebración en el camino de regreso a San Sebastián. Fiesta merecida, como merecidos son los tres días de descanso que ha dado el entrenador oriotarra a sus jugadores, que volverán al trabajo el jueves para preparar el fin de temporada en el Reale Arena. Incidía el técnico de la Real en cómo ha llegado esta quinta clasificación para la máxima competición continental. Y la respuesta es clara: de manera merecida y muy brillante.

Esa afirmación puede sonar a opinión subjetiva, pero la realidad es que la sustentan los datos de una Real Sociedad que ha completado una temporada de ensueño. Primero, la clasificación para la Champions League es merecida porque, quitando los tres primeros clasificados, ningún otro conjunto ha estado más tiempo en puestos de Champions. Los donostiarras van a regresar a la máxima competición continental después de estar las últimas 25 jornadas entre los cuatro primeros. 25 de 38 jornadas en la zona noble de la Liga (diez en la tercera posición y quince en la cuarta). Más del 90% de la temporada instalada en la aristocracia liguera. Desde ese punto de vista, no puede ser más lógica su hazaña. Del grupo de los ‘mortales’, ningún otro equipo se lo merecía más. No hay duda. Y eso también aporta brillo a lo que ha conseguido la Real, porque habla de la tremenda regularidad que ha tenido a lo largo de todo el campeonato nacional de liga, algo que convierte el éxito logrado en un hito brillante.

A partir de ahí, hay más datos que reflejan el mérito y la brillantez de la clasificación de esta Real de Imanol para la Champions. Porque ha batido el récord del club de partido ganados en una temporada (29), y también el de triunfos fuera de casa en una misma campaña (10). Suma también 68 puntos, lo que le sitúa a las puertas de conseguir la segunda mejor puntuación de la época moderna. Y a esto hay que añadirle que durante la liga consiguió mejorar su estadística de triunfos consecutivos en un mismo año (9). Y por si todo esto os parece poco, Alex Remiro ha batido su récord de porterías a cero en una misma temporada (23 partidos sin encajar goles).

Pero lo más relevante de la clasificación para la Champions de la Real Sociedad es que ha conseguido que sea matemático con una jornada todavía por jugarse, sin necesidad de tener que llegar a la última fecha del campeonato con la agonía de tener que puntuar para conseguirlo. A principios de temporada, se pedía a los donostiarras que dieran un paso más, que explorasen sus límites, y lo han hecho de manera impresionante. Han dado el paso adelante que se le demandaba a la Real logrando una histórica cuarta posición y regresando diez años después a la máxima competición continental. A esto se referían, y lo han conseguido. Ganando, además, en campos y a rivales que hacia mucho tiempo que no se conseguía, como el Sánchez Pizjuan y el Camp Nou, puntuando en los dos partidos que han jugado contra el Real Madrid, que no ha sido capaz de marcarles un solo gol a Alex Remiro en el presente curso. Así se escribe la historia de una Clasificación brillante y más que merecida. 2023 sigue la estela del 2013 y el 2003, las dos veces anteriores en la fase de grupos de la Champions, y de la Real bicampeona de Liga en los años 80 (1982 y 1983). Es la quinta y es muy especial, porque debe servir para desquitarse de su último paso por la máxima competición continental, cuando no ganó ningún partido de la fase de grupos de la Champions.