El Espanyol, de visitante ‘amigo’ a bulldog
Las estadísticas del encuentro ante el Celta reflejan la diferencia de estilos con respecto al curso anterior. Los blanquiazules robaron 18 balones en campo rival por siete de media en la 21-22, un 154% más.
Cada partido es un mundo, pero en la primera jornada del campeonato se apreciaron claramente las diferencias entre el Espanyol de Diego Martínez y el de Vicente Moreno. Distintas maneras de entender el juego y de adaptarse a la plantilla, en este caso con Raúl de Tomás como ausencia y conflicto entre las propuestas de ambos técnicos a la espera de la resolución del mercado. El Espanyol de Vigo se resume en un equipo de alto voltaje, que prefiere ir a buscar al rival desde el comienzo de la jugada y ser reactivo cuando lo pierde en campo contrario.
El dato más llamativo que ofrece Comparisonator guarda relación con las recuperaciones de balón. En Vigo, el Espanyol se apropió hasta en 18 ocasiones de la posesión del Celta, un 154% más de la media del curso anterior, que fue de siete. Un valor concluyente. En el cómputo global, el equipo recuperó 51 por 45 de media de una campaña 21-22 en la que los blanquiazules completaron una notable primera vuelta pero acabaron deshinchándose. Otro aspecto relacionado, que se deberá solucionar con el asentamiento de Edu Expósito y la llegada de más jugadores, fueron los pérdidas en campo propio. El juego directo del Espanyol provocó solamente 11 pérdidas en campo propio de las cuales tres de ellas acabaron en tiro a puerta. El curso pasado las pérdidas fueron de 14 por partido y siete de ellas las finalizaban los rivales. Diego Martínez optó por el pragmatismo para evitar riesgos.
El guarismo del Espanyol es tan llamativo que los blanquiazules recuperaron cuatro balones más que el Villarreal (14) y seis más que el Barcelona (11) en este estreno. Donde sí que el Espanyol estuvo más espeso que el curso pasado fue en las pérdidas en general. Hasta 70 balones por 62 de medio del curso anterior. Pese a ello, el juego directo del equipo provoca que los ataques sean más cortos y haya muchos duelos de segundas jugadas, una faceta en la que los blanquiazules también destacaron.
El equipo ganó un 14% más de los duelos
Otro de los aspectos clave del equipo fue su agresividad, relacionado con esa presión asfixiante en campo rival. El Espanyol lleva el partido al límite físico y psíquico a los rivales, que se ven constantemente sometidos al estrés del duelo con su propia marca. Los blanquiazules fueron más ganadores que la temporada anterior en esa faceta a nivel defensivo. La diferencia fue del 14%. En la campaña 2021-22, la media de duelos por partido era de 73 y el Espanyol ganaba 37 (51%). En Balaidos los pericos se sometieron a 91 duelos defensivos y ganaron 59 de ellos, lo que supone un 65% de éxito.
Ocurre lo mismo en la faceta aérea, donde Joselu Mato es una garantía en ataque a diferencia de RdT, que cuenta con otras virtudes innegables y con ese aval de 17 goles. La efectividad del Espanyol en duelos aéreos fue del 55% de éxito por un 47% del curso anterior. Pequeños detalles que no solo reflejan que el equipo empezó la primera jornada de una manera diferente a cómo acabó el curso pasado, sino que, según lo que quiere el técnico, todo acontecerá por otro camino.