La noche negra de la Real
El equipo donostiarra pierde en el Reale Arena contra el Villarreal, pero es que además sufre tres lesiones más y la grada está más fría que nunca desde la remodelación del estadio.
Todo lo que me podía salir mal a la Real Sociedad contra el Villarreal… le salió peor. Noche para olvidar. Seguramente, la más negra de los últimos años, con Imanol Alguacil en el banquillo del primer equipo realista. Perdió contra el Villarreal dando regalos incomprensibles, tres jugadores no pudieron terminar el partido y engrosan la lista de bajas de la enfermería, y la grada del Reale Arena se muestra más fría que nunca desde que se remodeló el estadio y se eliminaron las pistas de atletismo. Nada, que fue una noche para pasar página cuanto antes.
Pero la noche se empezó a torcer durante el día. Imanol conocía antes del partido la baja de Turrientes, porque su abuela había fallecido y estaba muy unido a ella. Es el segundo golpe de ese tipo que sufre el besaindarra, que ya hace años perdió a su padre. Después, el entrenador realista tuvo que dejar en el banquillo a Igor Zubeldia y Mikel Merino. El azkoitiarra sigue con problema en la nariz del golpe sufrido en Mallorca. Y el navarro lleva toda la semana con problemas en el aductor que al final, al menos, no le impidieron jugar.
A partir de ahí había que ponerse a jugar, con el miedo de que lo crucial de verdad no desviara en exceso la atención: la vuelta de la semifinal Copa del martes contra el Mallorca. A juzgar por los errores defensivos y los regalos que concedieron al Villarreal, algo despistados sí que estuvieron los jugadores. Así que se perdió, porque si regalas y perdonas… Comesaña te marca dos goles, cuando llevaba solo uno desde su llegada al Villarreal.
Aunque lo preocupante de verdad son las lesiones que sufrió la Real Sociedad durante el partido. Primero fue Ander Barrenetxea, que al minuto de juego se lanzó al suelo porque sufrió un problema lumbar. Al donostiarra se unió Hamari Traoré, que no saltó al césped en la segunda aparte y se quedó por precaución en el vestuario. Y ya en la segunda parte, Zakharyan sufrió una mala caída que le dejó muy tocado, tanto que tiene tocada la clavícula. Le van a hacer una resonancia magnética para determinar el alcance definitivo de la lesión, pero no tiene buena pinta.
Y el tercer aspecto a tener en cuenta: la grada del Reale Arena respondió con 30.000 espectadores. Está muy bien teniendo en cuenta que el tiempo era muy desapacible en San Sebastián. Pero el ambiente de la grada estuvo más fría que de costumbre. Y encima algunos aficionados tuvieron que salir del estadio antes de tiempo, mientras el equipo daba una vuelta al campo para agradecer su apoyo en una noche negra, recibir el calor de su gente antes de la semifinal del martes y empezar a conjurarse de cara a ese choque crucial. Se notó la ausencia de Bultzada en la grada Aitor Zabaleta, porque el calor ambiental disminuyó en el Real Arena, aunque los que fueron no pararon de animar hasta el final, intentando paliar el hueco que había en la grada Aitor Zabaleta.