La Mareona ya sufre la reducción del aforo visitante en El Molinón
Las 570 entradas enviadas por el Racing generan malestar, mientras el club mantiene que descarta este año la reforma la zona para las aficiones rivales.
La última visita del Sporting al estadio El Sardinero, el 7 de octubre de 2023, llevó detrás a nada menos que 4.000 seguidores rojiblancos (foto) que formaron la Mareona más multitudinaria de los últimos tiempos. El equipo gijonés visita al Racing el próximo sábado, pero no estará tan acompañado como en la última ocasión. Las consecuencias de la reducción del aforo en la grada visitante en El Molinón no han tardado en llegar y las paga la afición sportinguista que solo dispone de 570 entradas, las que ha enviado el club santanderino, ajustándose y en correspondencia al número que recibirá en la segunda vuelta. El malestar es importante entre los seguidores del equipo gijonés.
El Racing de Santander pasará por El Molinón el primer fin de semana del mes de marzo; es decir, dentro de seis meses. Por su parte, el Deportivo de La Coruña, el otro duelo que podría arrastrar a una gran masa de aficionados, llegará a Gijón en el mes de mayo, dentro de ocho meses. Pues bien, el Sporting se mantiene en la misma idea y, a pesar del amplio margen de tiempo que hay por medio hasta esas visitas, no tiene intención de acometer reforma alguna que permita ampliar la zona para los aficionados visitantes.
“Esta temporada no habrá obras y veremos de cara al año que viene”, apuntó David Guerra la pasada semana. “Quedan conversaciones pendientes con el Ayuntamiento sobre el estadio”, añadió, revelando dónde puede estar la razón por el nulo interés del Sporting por resolver este asunto en estos momento. El desencuentro con el Consistorio a raíz del rechazo al proyecto mundialista aparece como el origen de todo.
Desde el club se indica que la remodelación de esa grada necesita un estudio y el proyecto posterior, que no permitirían acometerla a corto plazo. Por otro lado, mantiene su referencia al nuevo reglamento de LaLiga en materia de seguridad y, en concreto, en los partidos de alto riesgo. La zona visitante debe estar delimitada y separada de la afición local, con accesos, baños y bar independientes. Esas exigencias solo las cumplen a día de hoy la grada con 570 localidades que se pone a disposición de los clubes rivales.
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