La historia del Pucela a través de sus camisetas
Jesús Alberto Rodríguez ha logrado reunir 153 camisetas de juego del conjunto blanquivioleta y lanza una idea al club: “Sería bonito un pequeño museo en el estadio”.
El Real Valladolid pronto cumplirá 100 años y a lo largo de su historia ha ido variando el diseño de su camiseta, aunque siempre respetando los colores blanco y violeta. Más variopinto ha sido el diseño de las segundas o terceras equipaciones que han pasado por una amplia panoplia de colores a los largo de estos años y sobre todo en estas últimas décadas, donde el marketing y la venta han propiciado cambios mucho más habituales.
Los seres humanos tendemos a acumular posesiones y cuando son más o menos organizadas y de un mismo tipo, las consideramos colecciones. Una de estas recopilaciones esta basada en reflejar la historia del Real Valladolid a través de sus camisetas y el responsable de una de estas colecciones es Jesús Alberto Rodríguez que pasa ya de las 150 zamarras del Pucela en su haber: “Bueno; ya tengo más, hasta 153, ya que Álvaro Negredo me ha regalado la suya estos días y me la ha entregado en persona”.
La colección de Jesús ha llamado la atención hace algunas semanas, cuando subía la historia a Twitter con 150 camisetas, pero ya ha crecido hasta esas 153 y se pueden encontrar elásticas de muchas épocas: “No hay de todas las épocas porque hay modelos que, obviamente, son muy complicados o muy caros. Mi colección empieza en la temporada 1985-86 con una camiseta de la marca Meyba y también tengo una del filial, que en aquel entonces era de otra marca, en este caso Juan Casabella, ya que la marca principal sólo vestía al primer equipo”.
Evidentemente en cada colección hay objetos que por distintos motivos son más especiales que otros, por la dificultad en conseguirlo, el precio, lo que significa... “mis favoritas son las de la marca KELME, no sólo por los diseños sino también por la calidad. Son camisetas que casi 30 años después te las puedes seguir poniendo con frecuencia y no se desgastan, no tienen enganchones ni nada de esto; también tengo modelos muy feos como los de HUMBRO con camisetas rojas o grises que son bastante feuchas”.
Las prendas son sobre todo de juego, así lo explica Jesús: “Las 153 son de juego y muchas usadas en partidos. Tengo 21 compradas en tienda porque aún no he conseguido la versión de partido y las otras 132 han sido usadas en algún partido. En la colección no incluyo los pantalones, las camisetas de entrenamiento, sudaderas que por ejemplo cuando se cambió el escudo compre varias para seguir vistiendo el escudo de la laureada y todo eso no lo cuento aunque también son bastantes”.
¿Y cómo se consiguen camisetas usadas en partido? muchos pensaran que pidiendo a los jugadores, pero el tema es más complicado sobre todo económicamente: “Llevo coleccionando 14 años y conseguir estas prendas lleva mucho tiempo, estando atento a las aplicaciones de venta de segunda mano tipo Wallappop, Vinted o MilAnuncios, hayn que entrar con frecuencia porque hay muchos que están atentos, al acecho, y claro la cosa se complica e incluso suben los precios”.
Es curioso ya que como decíamos al principio, la única que le ha dado directamente un jugador es la mencionada de Negredo que es una de las últimas, pero ¿de dónde salen esas camisetas de juego?: “Es la única que me han regalado, el resto de la colección es pagada por mí. Yo pienso que los futbolistas a quién le deberían regalar las camisetas es a los niños, que es a los que más les hace ilusión tener la camiseta de sus ídolos y ese niño la va a tener de por vida. Yo empecé a coleccionar cuando tuve un sueldo y una independencia y siempre he pensado que si las puedo comprar, ¿para qué las voy a pedir a los jugadores? que hay gente que sí las pide... pues allá cada uno, de hecho por eso tengo yo camisetas de juego, porque la gente que va a pedirlas luego las pone a la venta”.
Cualquiera que tenga una colección sabe lo que supone a nivel logístico organizar el espacio que se tiene en una casa normal y más cuando el volumen de los objetos coleccionados o el número de los acumulados se hace tan grande: “No las puedo poner en cuadros claro. Están almacenadas en baúles, aunque mi deseo es poner barras en una habitación que sea medio vestidor, para tenerlas colgadas en perchas, pero a día de hoy es imposible ya que son tantas que tendría que tener una habitación muy grande de la casa sólo para eso. Ahora están en baúles, bien dobladas y separadas con papel vegetal para que los vinilos no se peguen unos contra otros y también mucho ‘anti polilla’ por el miedo de que ataquen las polillas y se carguen la colección”.
Este trabajo de recopilación es muy arduo y merecería un reflejo más vistoso en forma de exposición, museo... ya que hay muchos aficionados blanquivioletas que tienen en su memoria esas prendas históricas y Jesús lanza una idea al Real Valladolid o a quién corresponda: “Los aficionados del Valladolid creo que siempre hemos tenido el deseo y la ilusión de que haya una pequeña exposición, no sólo de camisetas, sino por ejemplo con la Copa de la Liga que es un trofeo del que tenemos que estar orgullosos; somos un club con casi 100 años de historia y creo que tenemos historia suficiente para exponer a todos los niveles, ropa, trofeos, etc... y poder hacer una exposición permanente, un pequeño museo en el estadio que abra los fines de semana o días de partido creo que sería un proyecto interesante por parte del club”.
Con este nivel de dedicación es lógico pensar que la colaboración de la pareja de Jesús es imprescindible: “Mi mujer ya me conoció siendo coleccionista y sabe que es mi ilusión y no me pone frenos y cuando consigo una camiseta que es especial o difícil, comparte mi ilusión porque sabe el trabajo y las horas que me ha costado conseguirla y también sabe lo que las disfruto, porque no las guardo en un cajón, yo las uso y las disfruto, sobre todo cuando hace bueno para subir al estadio, las voy rotando y me las pongo en los partidos”.
Es decir que es una colección que está en movimiento permanente “sobre todo me gusta ponerme las más antiguas, porque las de ahora con tanto vinilo pueden estropearse más, pero por ejemplo las de la época de los colombianos, Front Runner, KELME y algunos modelos de HUMBRO sí me las pongo para ir al estadio, porque sabes que las metes a la lavadora y salen igual”.
Hablando de esas camisetas de Fron Runner, tal fueron de las más curiosas que vistió el Valladolid y además forman parte de una imagen icónica e histórica: “Eran dos franjas violetas a los lados y una central que estaba formada por muchas rayitas más finas. Es un modelo que yo creo que ha pasado a la historia y no sólo por la mítica imagen de Míchel y Valderrama, sino porque yo pienso que es una camiseta que si se volviera a reproducir hoy, creo que sería un éxito de ventas ahora que se lleva tanto lo ‘vintage’”.
Las distintas marcas que han vestido al Real Valladolid han estado más o menos acertadas en los colores, por ejemplo ADIDAS le costó y hasta la última campaña no acertó, mientras que la actual KAPPA sí dio con el tono a la primera: “HUMMEL también tardó y al final logró un tono adecuado en sus tres últimas campañas, incluyendo la del ascenso con Sergio González. PUMA vistió al Valladolid en el ascenso de Mendilibar y también eran violetas tanto la primera como la segunda y el material era especial ya que parecía papel y era más rígido”.
Esa pelea por el color viene de largo y muchas de las marcas han insistido en el morado que sin duda no es violeta aunque se parezca y Jesús tiene esto muy claro: “Tendríamos que luchar por recuperar lo que es el violeta y estar orgullosos de él y mantenerlo, porque no somos la Fiorentina, no somos el Madrid que usa el morado cuando le apetece, somos un equipo blanquivioleta y tenemos que hacer hincapié en ese color porque somos únicos en España y casi en el mundo”.
Por este motivo, recientes diseños de las última camisetas que parecían más azules que otra cosa, no gustaron a los aficionados: “Las de ADIDAS todos teníamos ilusión de ver que esa marca tan importante vestiría al Valladolid y pensábamos que volveríamos a los colores de los años 80 o que hubieran sacado una reedición de la camiseta de la final de la Copa de la Liga que creo que se hubiera vendido a sacos ya que a la vista está, las falsificaciones se ven a patadas en el estadio y creo que ADIDAS perdió una importante opción de mercado. Sin embargo las de este año de KAPPA son bonitas, las más bonitas de los últimos 10 años, aunque las afea el escudo, aunque hay que agradecer al club que haya escuchado y de marcha atrás”.
Con 153 camisetas, muchas de ellas llevarán el nombre de jugadores míticos: “De la época dorada que tenemos todos en mente... César, García Calvo, Santa María, Edu Manga, Víctor, Peternac...”.