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CELTA

La guerra de Aspas

El moañés decidió jugar tocado en Vallecas, pese al riesgo existente de agravar la lesión. El Celta depende, un año más, de la inspiración de su estrella.

Iago Aspas durante el partido de Liga que disputó el Celta ante el Rayo Vallecano.
Javier LizónEFE

La participación de Iago Aspas en Vallecas fue una decisión personal. El moañés llegó tocado al partido contra el Rayo debido a un golpe sufrido durante un entrenamiento. La zona dañada en la pierna izquierda estaba amoratada, pero los resultados de las pruebas médicas revelaron que no existía rotura y Aspas decidió arriesgar, pese a que había una alta probabilidad de agravar la lesión.

El entrenador del Celta, Carlos Carvalhal mantuvo una conversación con la estrella olívica para conocer sus sensaciones después de calentar y Aspas le aseguró que creía que podía jugar 30 o 35 minutos. Al final, entró en el 65′ y disputó los últimos 25 minutos de partido y los cinco de descuento. En total, jugó media hora, lo previsto según los cálculos de Aspas.

El diez celeste saltó al césped del Estadio de Vallecas luciendo un aparatoso vendaje en su pierna izquierda. Pese a estar entre algodones, su entrada al campo insufló miedo al rival y aumentó la confianza de sus compañeros. Así, a los pocos minutos de entrar gozó de una buena ocasión tras realizar una genial maniobra de desmarque. Kevin leyó perfectamente el movimiento del moañés y le entregó el balón, aunque Aspas no definió bien con la derecha y Dimitrievski atajó el esférico sin problemas.

Durante la media hora que participó se le notó incómodo, sobre todo a la hora de realizar cambios de ritmo, pero no dejó de pedir la pelota y su lectura del juego fue siempre la correcta. Tras el choque, Carvalhal no escatimó en elogios a su jugador franquicia: “Estaba tocado y corrió algunos riesgos de agravar su lesión, pero su amor tan grande por el Celta le llevó a jugársela. Es un jugador absolutamente fantástico, pero sobre todo tiene un amor por su club que le hace poner en juego su propia integridad física para ayudar al equipo”.

A sus 35 años, Iago Aspas sigue siendo el líder indiscutible del Celta. Lejos de menguar, las Aspas-dependencia crece con el paso de las temporadas. En las 14 jornadas que van de Liga ha generado directamente nueve de los catorce tantos del equipo (siete goles y dos asistencias). Esto es, ha fabricado el 64% de los goles del equipo vigués. Los datos de la Inteligencia Artificial de Olocip reflejan su gran momento: el moañés es el jugador de la Liga con mejor valoración total en su puesto y es el futbolista del campeonato con mejor finalización.