DERBI ASTURIANO II HISTORIAS EN ROJIBLANCO (2)
La feliz década de los 50
La mejor racha de triunfos visitantes en el Carlos Tartiere se produjo a mitad del siglo pasado cuando el equipo gijonés ganó todos los duelos en Segunda.
Hay que remontarse siete décadas atrás para encontrar el segundo episodio feliz para los sportinguistas en sus visitas a Oviedo. Fue en la década de los 50 cuando el Sporting estableció el hito de haber ganado todos los enfrentamientos que se produjeron entre ambos equipos en el Carlos Tartiere en duelos en la Segunda División.
Más aún, el Sporting ganó los cuatro duelos en la categoría de plata y en dos de ellos con los resultados más contundentes de la historia en campo rival por 0-3 y 2-4. Precisamente fue esa primera victoria, con doblete de Prendes y un tanto de penalti obra de Campos, la que abrió esa feliz década para el equipo rojiblanco. Fue la tarde del 19 de noviembre de 1950, ante 25.000 espectadores y con 510.219 pesetas de recaudación, cuenta José Ángel Mangas en su libro ‘Los derbis asturianos desde 1926′.
El Sporting o, mejor dicho, el Real Gijón, que era como se llamaba en aquellos años el club por imperativo del régimen, equipo dirigido por Amadeo Sánchez, se colocaba líder gracias a esa contundente victoria y acabaría la temporada con el primero de los dos ascensos que se produjeron en esa década. El segundo llegó con Jesús Barrio en el banquillo en la campaña 1956-57, liga que también vivió el triunfo sportinguista en Buenavista por 1-2, el último en Segunda en esa década, gracias a los goles de Ricardo y Ortiz que remontaron el tanto inicial de los azules, conseguido por Ferrer al transformar un penalti.
El 16 de octubre de 1955 llegó el espectacular partido con seis goles y el triunfo sportinguista por 2-4, idéntico resultado al que lograron los rojiblancos unos pocos años antes de esa misma década pero en Primera. Ese partido, tuvo como héroe a un jovencísimo Rafael Biempica, con solo 18 años, y autor de dos goles. Ortiz y Pineda hicieron los otros goles, mientras que Fábregas y Falín hicieron los tantos de un Oviedo cuyo portero Argila recibió feroces críticas de la prensa local.
La victoria del Real Gijón que queda por recordar en aquellos años la consiguió el equipo que aparece en la imagen que abre estas líneas el 20 de marzo de 1955. Ferrer adelantó al Oviedo, Ortiz empató nada más comenzar la segunda parte y Valentín, en propia puerta, hizo el tanto que dio la victoria al conjunto gijonés.
El Gijón encadenó tres victorias consecutivas en la capital del Principado en año y medio, entre marzo de 1955 y octubre de 1956 (1-2, 2-4 y 1-2), triunfos que tuvieron el sello de Pepe Ortiz porque en todos ellos logró marcar este legendario delantero, que vistió la camisola rojiblanca durante 14 temporadas consecutivas y que años más tarde fue delegado de equipo en la mejor época del Sporting, que la abrió precisamente el siguiente capítulo de esta breve serie de historias en rojiblanco.
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