La Federación de Malasia llevará al TAS el caso Garcés
Es la última instancia que le queda al jugador argentino pero también se arriesga a que la sanción de un año sea aún más alta.


Nuevo y antepenúltimo capítulo en el culebrón de Facundo Garcés. Alguien le hizo llegar la constancia de que su abuelo había nacido en Malasia y que luego viajó a Argentina. El futbolista, sin mucho conocimiento de la situación y a instancias de su agente, comenzó a realizar las gestiones para jugar con ese país asiático. Los malayos aseguraban que podían demostrar esa procedencia.
Garcés se vistió de amarillo y debutó contra Vietnam. Luego jugaría algún partido más pero la denuncia era ya imparable. La de él y la de media docena de hipotéticos compatriotas. Lo cierto es que la FIFA aseguró que las nacionalizaciones no eran legales y que los suspendía durante un año.
Pero ese castigo no era exclusivamente para el combinado nacional sino que afectaba a cualquier cargo vinculado con el mundo del fútbol durante un año. Ni puede entrenar a su hijo ni puede ser presidente del club de su barrio. El Alavés, por ahora, cree en su inocencia pero lo tiene apartado ya que no puede hacer otra cosa.
Movimientos como consecuencia de una mala gestión administrativa
El Secretario general de la Federación Malaya de fútbol fue cesado y se reconoció que había irregularidades en la tramitación de la documentación. Pero la clave consiste en demostrar que el abuelo era malayo. Porque la FIFA, tras una fase de investigación, asegura que nació en Santa Fe, Argentina.
Además, el máximo órgano del fútbol mundial reprendió a Garcés por no haber tenido más activismo y protagonismo en un asunto que le implicaba directamente. Se le notificó que no son asuntos que se puedan dejar en manos de representantes o de federaciones. Que le corresponde a él saber donde nació su abuelo.
Ahora hay que esperar porque el último paso que se podía dar era el de recurrir al TAS. Lo que ocurre es que este órgano internacional con sede en Suiza te puede dar la razón, quitártela e incluso aumentar la pena, que ahora es de un año. Y ya han pasado algunos meses. Es la federación la que ha dado el paso para tratar de salvaguardar sus intereses.
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Mientras tanto, el Alavés está a la espera y lo que parece bastante claro es que va a acudir al mercado invernal para reforzar la parcela de centrales. Y eso que Tenaglia, como lateral reciclado, está dando un gran resultado. Por no hablar de Jon Pacheco, un seguro de vida cedido por la Real. Parada, Diarra y los chavales del filial también son un plan B en caso de necesidad.
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