La familia armera despide un 2024 con más luces que sombras
El triple ascenso de la cantera o la permanencia del primer equipo femenino contrastan con la actual situación del equipo masculino.
Con la sesión matinal del primer equipo masculino en Atxabalpe, la SD Eibar ha puesto el cierre a su 2024 particular. Un año lleno de alegrías y tristezas para una entidad que continúa dando pasos en su expansión. Pese a no ver cumplido uno de sus mayores retos, como era el ascenso de los de Etxeberria a Primera División, el club ha mejorado exponencialmente en otros ámbitos como es el fútbol femenino o la cantera. Los éxitos hablan por sí solos.
En su vuelta a la categoría reina, el grupo dirigido por Yeray Martín logró sellar la permanencia con varias jornadas de ventaja. Las armeras acabaron el grupo colocadas en 10ª posición, y con 31 puntos en su haber se distanciaron de la zona roja con hasta seis puntos por encima. En la temporada presente, a dos jornadas de dar por concluida la primera vuelta, también van camino de repetir la gesta, pues se encuentran cuatro puntos por encima del descenso.
En lo que a cantera se refiere, la entidad eibarresa habrá disfrutado probablemente de su mejor campaña de la historia. Tanto el segundo como el tercer equipo masculino lograron ascender a Segunda y Tercera federación respectivamente, mientras que el Eibar B femenino también hizo lo propio promocionando a la Segunda RFEF. Pero por si fuera poco, ninguno ha acusado el cambio de categoría en la presente y todos se mantienen lejos de las posiciones de descenso. Hasta el punto de que los dos filiales masculinos están dentro del playoff que les permitirá luchar por su segundo ascenso consecutivo.
Sin embargo, el estado actual de la plantilla comandada por el ‘Gallo’ es la nota discordante de la parroquia armera. Tras el tercer ascenso frustrado consecutivo, el nuevo presupuesto acordado para la remodelación del equipo no invitaba al optimismo. Pero después de realizar varias ventas durante el verano, César Palacios y su grupo de trabajo lograron cerrar una plantilla competitiva para la categoría. El inicio fue inmejorable, en cuanto a resultados, y la parroquia azulgrana ya se frotaba las manos con un nuevo intento por lograr el objetivo más esperado. Aunque el rendimiento fuera de Ipurua no ha sido el deseado y la situación clasificatoria presente ubica al Eibar demasiado lejos de los puestos soñados. Nada que el 2025 no pueda remediar.
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