La Ertzaintza abre expediente a cuatro jugadores del Athletic por la celebración en la calle

La Ertzaintza ha abierto “expediente” a cuatro jugadores del Athletic Club, cuyos nombres no ha desvelado, por “una concentración no comunicada”, la celebración que hicieron anoche de manera espontánea por las calles de Bilbao. Según confirmó a AS la propia Ertzaintza, este proceso conlleva “sanciones administrativas” por una “infracción a la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana”. Les podían haber caído 600 euros pero finalmente se les perdonó por su actitud colaboradora.

Los futbolistas del Athletic celebraron el título de Copa del Rey conquistado el sábado en Sevilla ante el Mallorca con una fiesta espontánea por las calles del centro de Bilbao, amenizada por la ‘elektrotxaranga’ de la que forma parte Villalibre, que acabó congregando a cientos de personas. Decenas de vídeos publicados en las redes sociales reflejan una celebración en la que el capitán Muniain, llevado a hombros por uno de sus amigos, ejerció como maestro de ceremonias en un animado pasacalles en el que eran acompañados por un cada vez más numeroso grupo de personas, en su mayoría jóvenes.

“Esta tarde hemos decidido calentar motores para la gabarra de modo espontáneo y ha sido increíble vivirlo con todos vosotros. Una gozada la respuesta de la gente, su cariño, su trato, su respeto y hasta su colaboración. Onenak zarete! (Sois los mejores). Aupa Athletic!”, publicaba al filo de la medianoche en sus redes sociales el propio Muniain.

También el Athletic se ha hecho eco de la fiesta junto a uno de esos vídeos, que culminó en los céntricos Jardines de Albia de la capital vizcaína. “Esa espontaneidad, ese querer celebrarlo con los tuyos, como uno más. Y que l@s athleticzales sean también uno más. Qué bonito”, destaca el club en el mensaje que incluye la estrofa del himno “herritik sortu zinalako maite zaitu herriak” (porque naciste del pueblo el pueblo te quiere). La plantilla ya avanzó que abonarían la multa con gusto ante la satisfacción por el fervor popular desatado.

El descontrol llegó a tal extremo que, en un momento, Lekue ve que resulta imposible poner cierto orden en el caos. “Nos quedamos aquí, vale hasta que nos deje la policía porque ha sido improvisada y se nos ha ido de las manos. La multa la pagamos entre todos ¿vale?”, advertía al público congregado. Lo que parecía una broma, horas después se convirtió en un vaticinio de lo que ha ocurrido.