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La enfermería realista da una tregua

Barrenetxea vuelve a ejercitarse con el grupo, y Sadiq dice en su país que en febrero estará ya trabajando con el grupo, cuando hasta abril por lo menos no se esperaba que estuviera recuperado

La enfermería realista da una tregua
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La enfermería parece que da una pequeña tregua a la Real Sociedad. Porque la definitiva vuelta a los terrenos de juego se Mikel Oyarzabal no es la única noticia positiva en el apartado de lesiones que han recibido en el club donostiarra en las últimas horas. Es como si las buenas noticias, igual que suele suceder con las malas, no llegaran solas. Los siguientes brotes verdes médicos llevan los nombres de Ander Barrenetxea y Umar Sadiq.

El extremo donostiarra se ha vuelto a ejercitar este lunes con todos sus compañeros mucho tiempo después y tras superar diferentes problemas y recaídas de la lesión de aductor que sufrió en enero del 2022 en Mendizorroza contra el Alavés. Cuando se cumple un año de esa lesión fortuita, Barrenetxea ha vuelto a trabajar con el grupo después de haber pasado con buenos síntomas el último tratamiento al que ha sido sometido. Pero en este tiempo, ha tenido que ser intervenido un par de veces, tener que parar otras tantas porque seguía teniendo dolor, jugar y recaer, y hasta cambiar de tratamiento. Ahora parece que es ya la definitiva, aunque en Zubieta se coge todo con mucha prudencia. De momento, este lunes se ha incorporado al trabajo con el grupo con buenas sensaciones, y esa es una gran noticia. Habrá que ver a partir de ahora cuando puede volver a los terrenos de juego, porque es evidente que le falta ritmo de competición. Barrenetxea es otro jugador con el que puede contar Alguacil a partir de ahora, con lo que la enfermería realista se va vaciando, y ahora solo la ocupan Carlos Fernández, Alex Sola, Beñat Turrientes y Umar Sadiq.

Sadiq no descarta unirse al grupo en febrero

El caso de Umar Sadiq es para dar de comer aparte. Se lesionó en el Coliseum Alfonso Pérez contra el Getafe el 12 de septiembre. Si cogemos como referencia los casos de Carlos Fernández y Mikel Oyarzabal, los últimos en sufrir lesiones de cruzado en la Real Sociedad, se esperaba que el jugador nigeriano pudiera volver a los terrenos de juego a partir de abril. Más o menos, esa era la previsión en el cuerpo médico del club donostiarra. Hasta que Sadiq ha hablado en su país de un “milagro”. El milagro es que, según sus palabras, en febrero puede estar ya trabajando con el resto de sus compañeros con normalidad, algo que mejora cualquier previsión que hubiera en el club realista, y que no se ha visto en las últimas lesiones graves de este tipo. Es decir, el delantero de Kaduna podría recuperarse en apenas seis meses. Algo impresionante. “Cumpliré cuatro meses desde la operación y rehabilitación el próximo mes, pero ya me siento bien y volveré a trabajar en el campo el siguiente mes”, ha señalado en una entrevista al medio ‘Owngoal Nigeria’ en su país.

Sadiq ha querido explicar más de este proceso de recuperación que parece ir a la velocidad del rayo. “Está muy por delante de mis plazos. Es un milagro que ni siquiera mis médicos pueden creer”. Es de imaginar que estas declaraciones no han sentado del todo bien dentro del servicio médico de la Real, que suele ser muy cauto y prudente con la vuelta de sus jugadores a la actividad normal tras una recuperación de una lesión de gravedad. Y el propio Sadiq lo reconoce. “Sin embargo, los médicos me han dicho que debo estar al 150% antes de poder regresar para no sufrir una recaída, pero por lo que parece, regresaré en ocho semanas”, declara sonriendo el niheriano. En la misma entrevista, Sadiq también habla de su decisión de fichar por la Real Sociedad el pasado verano. “Hasta ahora es la mejor decisión de mi carrera”, señala sobre su fichaje por el club donostiarra, desechando las opciones de Villarreal, Sevilla y Dortmund. “Estuve hablando con el Sevilla con permiso del Almería. Todo estaba acordado y era un movimiento que quería hacer. Ambos equipos tenían una diferencia de dos millones y cuando me dijeron que presionara para salir, me negué, el Almería era mi hogar”.