La distancia aún es sideral
El Real Madrid se va de la Ciudad Condal con una manita y la sensación de que la distancia existe. Y aún es una distancia sideral. El Barcelona volvió a ganar y ya van doce Clásicos con una sola dueña. Porque cada duelo entre ambos conjuntos es una fiesta azulgrana y un drama blanco. Y en el estreno de Lluís Companys no podía ser menos.
Una superioridad que se ve desde que saltan al campo. Se palpa que las madridistas salen a estos partidos sabiendo que, otra vez, perderán ante el rival que más desean ganar. Es una rivalidad que levanta pasiones en ambos lados, son derrotas que escuecen el doble. Y el Real Madrid necesita, para terminar de enganchar a su público, llevarse un Clásico. Porque el Barcelona es la Bestia Negra, ese equipo al que a veces consiguen competirles, pero con el que siempre acaban cayendo. Porque las azulgrana son el mejor equipo del mundo y lo llevan ya años demostrando. El Real Madrid duró lo que Aitana en sacarse de la chistera un golazo. Fueron 17 minutos en los que las blancas miraron a los ojos a las azulgrana. Pero, como en las once ocasiones anteriores, no fue suficiente. Son ya 42 goles a favor del Barcelona por seis del Madrid en estos tres años de enfrentamientos. El Real Madrid no debe perder la fe, porque esa ansiada victoria llegará. Pero, de momento, la distancia aún es sideral...
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