La crisis del lateral izquierdo

El lateral izquierdo es un asunto no resuelto, al menos parcialmente, en el Barça. Alejandro Balde, 21 años y siete veces internacional (mundialista cuando apenas había cumplido 19 años), es una apuesta de club. Ha jugado ya 98 partidos con el primer equipo (dos goles y once asistencias) y, más allá de algunos obstáculos físicos en forma de lesión, está llamado a ser el futuro hace tiempo. Sin embargo, es obvio que va mejor hacia delante y que tiene un déficit defensivo que el paso de los partidos no acaba de solucionar. En una de las primeras jugadas del partido contra el Betis en Sevilla, el Chimy Ávila le sacó un córner simplemente por cargar mejor con el cuerpo que el canterano. Es apenas un botón de muestra, pero esa falta de intensidad y algún despiste a la espalda de esos que a veces le reprocha, en público y gesticulante, Iñigo Martínez, parecen formar parte de su ADN. En su debe esta temporada está en su debe, por ejemplo, la jugada que dio origen al penalti que significó el 3-1 de Osasuna en la caída en El Sadar. Balde, futbolista clave para Xavi en el Barça campeón de Liga de la temporada 2022-23 da profundidad ofensiva y es un jugador muy valorado pero dentro de la comisión deportiva, analítica, son conscientes de que puede sufrir en partidos más grandes. Más si no mejora sus niveles de concentración. El mismo jugador es consciente de esas faltas de aplicación tácticas tras la que están también, además de las lesiones, su desaparición de las listas de la Selección de Luis de la Fuente.

Flick también es consciente de este asunto pero, al contrario que en otros clubes grandes europeos, que pueden jugar con distintos perfiles de laterales, más ofensivos o defensivos según convengan, se tiene que conformar con Gerard Martín y Héctor Fort, jugadores todavía por cuajar que están haciendo un esfuerzo admirable por competir en el máximo nivel y que han salido airosos de varios retos, pero que también han dejado dudas propias de la edad y de lo expuesto que está un equipo que defiende tan arriba. Flick tuvo que sacrificar a Gerard Martín en Vigo, donde no fue expulsado de milagro después de una entrada a Iago Aspas que pudo suponer la segunda tarjeta amarilla. Héctor Fort estaba en la zona por donde discurrieron el 2-2 del Celta y el empate del Betis, ya sobre la hora. Como Balde, Fort es un jugador que se relaciona mejor con el balón que persiguiendo o fijando marcas. Contra Las Palmas, esta vez como lateral derecho, salió en la foto del 1-2 de Fabio Silva.

Hasta finales de agosto, el Barça tuvo la opción de mantener en su plantilla a Alex Valle, un lateral izquierdo de La Masia que destacó en la pretemporada, Clásico incluido, y que arrastraba dos cesiones a Andorra y Levante. Como Balde o Fort, la fortaleza de Valle es ofensiva. El club adujo problemas de fairplay financiero para justificar un nuevo préstamo. Esta vez, al Celtic de Glasgow. Los problemas del Barça en la zona han provocado que algunos críticos alcen la voz por su marcha, pero en la comisión deportiva azulgrana no tienen claro si hubiese solucionado algo. Considerando que Balde es un jugador de primer nivel en términos ofensivos por las veces que es capaz de alcanzar la línea de fondo rival, el objetivo sería complementarlo con un lateral izquierdo con un perfil más defensivo y cuyas mejores habilidades tuviesen que ver con la contención. Ahogado como está económicamente, esa vía parece muerta ahora salvo que el Barça encuentre de aquí a enero una inyección económica que le permita solventar la inscripción de Dani Olmo y, aparte, guardarse dinero en la hucha para incorporar un refuerzo. No se anuncia como una opción viable.

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