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FÚTBOL

La ciencia se apunta al debate sobre la posesión y da sus claves

Un estudio desvela cómo afecta los distintos niveles de intensidad en un partido a tener la posesión. Aporta el antídoto contra el estilo de Madrid y Barcelona: sufrirán si les robas el balón y planteas un partido a un ritmo alto.

Actualizado a
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ALEX CAPARROSGetty Images

La posesión es un debate recurrente en el fútbol español. Pedri ha sido uno de los últimos en agitarlo (“Algunos clubes están satisfechos ganando, sea como sea. El Barcelona quiere ganar, pero jugando con la pelota, creando ocasiones… este fútbol me gusta más”) y la ciencia también se ha apuntado a él para aportar su granito de área. Recientemente, en mayo, se ha publicado un estudio que da más luz sobre esta temática: la relación entre posesión y la velocidad del juego. Se trata de una investigación de la cual se pueden extraer varios conocimientos: como que jugar a defender es más cansado que jugar al ataque o la clave para igualar la posesión ante equipos como Barcelona y Real Madrid.

El estudio llamado ‘¿Cómo afecta la posesión del balón a la exigencia física en LaLiga española? Un enfoque multinivel’ muestra cómo influye la posesión en las exigencias físicas de los equipos. En dicha investigación han participado Roberto López de Campo, coordinador del Proyecto Mediacoach y del área de investigación deportiva de LaLiga, y Fabio Nevado, analista de Mediacoach. Ambos son dos doctores en Ciencias de la Actividad Física y Deporte. Este paper científico cuenta con una muestra de 1.520 partidos jugadas durante cuatro temporadas seguidas (de la 2015-16 a la 18-19) y en la que estaban involucrados 80 equipos diferentes. Dividen a los equipos en tres categorías (clubes con posesión alta, media y baja) según el dominio del balón y los presentan en distintitos escenarios según el ritmo de juego. En dicho trabajo se observa varias conclusiones, una de ellas es que los equipos con altos niveles de posesión cubren distancias más cortas a baja intensidad, lo que les conlleva a una menor fatiga, sucediendo lo contrario con los que tienen una baja posesión, que son los que más distancias cubren a un ritmo de juego bajo.

Aunque el estudio no desvele qué equipos entrarían en cada una de las categorías, con ayuda de la herramienta Mediacoach se podría ver qué equipo pertenece al rango de alta posesión, media y baja. En el primer grupo estarían clubes como Barcelona (casi un 63% de media de control del balón durante los partido), Real Madrid (58,4%), Sevilla (58,3%) y Villarreal (57%); en la zona media estarían Rayo (50,6%), Atlético (50,3%) o Elche (47,87%), mientras que en la última clase estarían equipos como Getafe (42,36%), Cádiz (42,78%) o Valencia (45,69%).

Las tendencias entre posesión y distancia se acentúan según cambia la velocidad del juego. Es decir, cuanto menor posesión tengan más corren. “Cuando subes la intensidad (a 15-21 km/h), es bastante significativo que los equipos que tienen un nivel alto de posesión sufren más variación. Es un intervalo relacionado con los desplazamientos de calidad en situaciones de basculación”, explican Roberto y Fabio. Y esto tiene un motivo: “Los equipos de posesión alta son también potentes a nivel presupuestaria para firmar buenos futbolistas es con muy buenas condiciones. Es patente que cuando de verdad tienen que defender tienen mucha más capacidad de crecer respecto a cuando no tienen el balón respecto a cuando sí lo tienen”. Y añaden: “Estos equipos sufren más cuando no tienen el balón porque tienen que desplazarse mucho más”. La investigación sugiere este dato curioso y que podría servir a los entrenadores rivales a la hora de planificar los partidos ante clubes con un estilo de juego diferente: cuando los equipos están por debajo de sus niveles de posesión cubren mayores distancias a alta intensidad. Esto puede servir para equipos, a priori, más débiles puedan plantar cara al Real Madrid y Barcelona. ¿Cómo les puede cansar y hacerles sufrir? Robándoles el balón y hacerles correr a altas intensidad. Donde tendrán que asumir unas distancias de juego a las que no acostumbran.

Ambos doctores explican las versiones positivas y negativas de que los equipos de alta posesión recorran más distancia cuando no tienen el balón: “Cuando se les enfrentan a situaciones de partido de menos control y que no están habituados, tienen que correr mucho más y son capaces de recorrer mucha más distancia entre 15-21km/h. Pero, ¿es bueno que un equipo con posesión corra más de lo habitual cuando no la tienen? Pues a lo mejor no, porque puede ser que se dé porque está descolocados. Lo normal es que si eres un equipo alta posesión, te sientas cómodo cuando la tienes”.

Una de las curiosidades de este estudio está en el compartimiento de los equipos con poca posesión cuando se enfrentan a la máxima intensidad (sprint) ya que cambia su tendencia totalmente. En el resto de situaciones, es cierto, que estos equipo de baja posesión van aplanando su comportamiento de a mayor posesión menos distancia recorrida. Por ejemplo, en un ritmo de juego de entre 15-21km/h, independientemente de la posesión suelen recorrer la misma distancia. Pero lo anecdótico está en los sprint que rompen la tendencia: cuanta más posesión tienen, más corren. Roberto y Fabio apuntan a que dicha situación podría tener una explicación: “Los equipos de baja posesión son equipos de juego directo y contraataque, cuando van por debajo en el marcador tienen más posesión porque tienen realizan más jugadas, no necesariamente son más elaboradas o largas. Por ejemplo, es raro que un equipo de Mendilibar haga jugadas de 30 pases, sino que pueden aumentar su posesión porque tengan muchas posesiones cortas. Tienen esa necesidad de llegar al área rival y crean más ocasiones pero con su estilo vertical”. Lo que puede explicar que rompan totalmente la tendencia de a mayor posesión menos distancia recorrida. Porque en este caso, estos equipos que juegan al contraataque se verían obligados a crear más ocasiones para lograr el gol. Los que les lleva a recorrer más distancia a mayor posesión.

Una de las curiosidad de que aporta el estudio, aportando mayor literatura a los estudiosos del fútbol y que supone un paso más a descubrir nuevas tendencias. “Hay algún dato que te sorprende y que no es lo comúnmente aceptado. Con este tipo de investigaciones buscamos datos que aporten al día a día de los cuerpos técnicos”, afirman los doctores. Ahora, los equipos tienen una nueva herramienta para encontrar el antídoto para neutralizar a sus rivales mediante la posesión y el esfuerzo físico.