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BARCELONA

La batalla de Lewandowski

Apelación rechaza el recurso del club por les tres partidos de sanción al polaco y la entidad irá al TAD y pide la cautelar para que el goleadorpueda estar ante el Espanyol.

Actualizado a
Robert Lewandowski.
VINCENT WESTREUTERS

El FC Barcelona no se resigna a perder a Robert Lewandowski por espacio de tres partidos una vez se retome la competición nacional. Ayer, el Comité de Apelación rechazó el recurso presentado por el club catalán ante los tres partidos de sanción con los que fue sancionado el delantero polaco. Ocurrió en la ultima jornada de Liga en El Sadar cuando Gil Manzano le enseñó al nueva blaugrana dos amarillas que conllevaban un partido de sanción a los que se sumaron otros dos por la “desconsideración” que anotó el colegiado ene l acta del jugador culé.

Apelación rechazó el recurso del Barcelona, pero el club blaugrana enseguida reaccionó anunciando que iba a presentar recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y que al mismo tiempo se pedirá a suspensión cautelar de la sanción con el objetivo que el delantero polaco pueda disputar el primer partido del Barcelona tras el parón mundialista que o es ni más ni menos que el derbi ante el Espanyol.

El Barcelona intentó que quedara invalidada la primera amarilla que vio el polaco en el encuentro, por un agarrón, esgrimiendo que “ni el futbolista detiene a su adversario de manera temeraria, ni se está frustrando un ataque prometedor del equipo local”. Apelación considera que no es su función “valorar la aplicación e interpretación de las reglas del juego, pues ello es ‘competencia única, exclusiva y definitiva de los/as árbitros/as, sin que los órganos disciplinarios federativos puedan conocer de las mismas’”.

El Barcelona, en su recurso, esgrimió que respecto al gesto de Lewandowski que se consignó en el área una vez expulsado, no supone menosprecio o desconsideración hacia el colegiado y que el gesto fue “malinterpretado” y afirma que “el futbolista simplemente expresó su descontento por las formas con las que el árbitro le había tratado, pero en ningún caso con un sentido despectivo, ofensivo o peyorativo”.