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INTERNACIONAL | ANDRÉS CARRASCO

“Kvaratskhelia encajaría en la filosofía del Real Madrid”

Andrés Carrasco, director de la Academia del Dinamo Tbilisi, cuenta a AS las claves de la progresión de uno de los fenómenos del momento.

Soccer Football - Serie A - U.S. Sassuolo v Napoli - Mapei Stadium - Citta del Tricolore, Reggio Emilia, Italy - February 17, 2023 Napoli's Khvicha Kvaratskhelia celebrates scoring their first goal REUTERS/Jennifer Lorenzini
Soccer Football - Serie A - U.S. Sassuolo v Napoli - Mapei Stadium - Citta del Tricolore, Reggio Emilia, Italy - February 17, 2023 Napoli's Khvicha Kvaratskhelia celebrates scoring their first goal REUTERS/Jennifer LorenziniJENNIFER LORENZINIREUTERS

En un mundo menos globalizado como el de los años 90, el fútbol georgiano asomaba en las ligas europeas con nombres como Kinkladze, Arveladze, Ketsbaia, Kobiashvili... Jugadores talentosos, pero que quizá nunca llegaron a tener el impacto de una de las sensaciones actuales del fútbol europeo, Kvicha Kvaratskhelia, extremo del Nápoles, quien a sus 22 años ya ha sido bautizado en Italia como ‘Kvaradona’. “Las comparaciones con Diego son exageradas (risas), pero habla bien del impacto que ha tenido el jugador allí, una afición ávida de referentes”, explica a AS Andrés Carrasco (Olérdola, Barcelona, 44 años), director de la Academia del Dinamo de Tbilisi, y que conoce a la perfección la progresión de la estrella georgiana, reclutada por el propio entrenador español para su centro de formación en 2011.

“Kvaratskhelia ha puesto al fútbol georgiano en el mapa. Lo que está haciendo semana a semana es un gran escaparate”, afirma Carrasco, que vive su tercera etapa en el club más laureado del país exsoviético. Tanto es su impacto, que ya se le coloca en la órbita de los más grandes, incluido el Real Madrid. “He sido testigo en canteras como la del Barça de lo que pesa la camiseta del primer equipo de clubes tan importantes, lo difícil que es triunfar con ella, y para él sería un salto de varios escalones. Pero sí puedo decir que encajaría en esa filosofía que tiene el club blanco de raza, de garra, de lucha hasta el final...”. Y aporta otro dato: “Kvaratskhelia era de pequeño del Madrid, no creo que le importe que le relacionen con ellos”.

Mamardashvili, portero del Valencia, habla con Andrés Carrasco en una visita del meta a la Academia en la que se formó.
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Mamardashvili, portero del Valencia, habla con Andrés Carrasco en una visita del meta a la Academia en la que se formó.

El futbolista ya es el espejo en el que se miran ahora las jóvenes promesas que se forman en la Academia que dirige Carrasco. “Siempre ha sido un chico muy humilde, conocemos a la familia, y para los jóvenes de aquí es alguien muy cercano. Le conocen personalmente, han estado con él. Es un joven muy trabajador. Al principio no era el mejor ni de su equipo de categorías inferiores. No era ese caso que sí he visto en otras canteras, donde hay un niño que sabes que va a ser una estrella, caso de Iniesta en La Masía, por ejemplo. Pero la progresión de este jugador ha sido enorme”, cuenta el técnico español que comenzó en el Barça y ha acumulado experiencia en España, Kuwait, Australia, Ucrania, Turquía...

Porque ya en categoría Sub-18 y Sub-19 se adivinaba su enorme potencial. Para Carrasco, ‘Kvara’ tiene ese “desparpajo” del jugador soviético clásico, pero que ya no sufre esa falta de ambición, ese “conformismo” que a veces limitaba a sus predecesores. “Los chicos jóvenes han crecido con influencias globales y ya no se conforman sólo con llegar a la élite”, cuenta de una cantera de la que también han surgido jugadores como Mamardashvili, meta del Valencia. “Otro ejemplo del trabajo que realizamos. Antes sólo destacaban jugadores habilidosos, también algo individualistas... Ahora sacamos chicos en todas las posiciones y perfiles”.

Así fue el debut de Mudryk con el Chelsea
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Mudryk, con el Chelsea.Peter PowellEFE

Talento del este

De hecho, Carrasco intentó reclutar a Kvaratskhelia para otro de los clubes en los que trabajó, el Shakhtar. No fructificó, pero allí también se encontró con otro nombre del panorama europeo, Mijailo Mudryk. “Cuando llego, le encuentro en el Sub-19, un futbolista de muchísima calidad, un gran uno contra uno, pase... lo único que me generó dudas es su carácter algo introvertido. No sé si el Chelsea es el mejor club en el que podía recalar, veremos cómo evoluciona...”, cuenta este entrenador cuya trayectoria, cuya experiencia en países de medio mundo la aplica ahora en pulir el futuro del fútbol georgiano, como ya hizo con Kvaratskhelia. “Está clarísimo que formamos parte de un mercado que los grandes tienen pendiente explotar. Tenemos algún talento en nuestra academia que, si no pasa nada, marcará diferencias en Europa en tres o cuatro años...”.