“Queremos darle estabilidad al Amorebieta en Segunda División”
El presidente zornotzarra recuerda que “hace cinco años estuvimos planteándonos cerrar el club” y asegura que sería “un orgullo tener jugadores del Athletic Club”.
Jon Larrea (Amorebieta-Etxano, 1976) prefiere vivir lejos de los focos. A pesar de ser uno de los artífices de la época dorada del Amorebieta, el presidente zornotzarra mantiene los pies en el suelo. Socio desde niño, vistió la zamarra azul en la cantera y dos temporadas en el primer equipo. Con el club al borde del abismo por una importante deuda, en 2018 asumió la presidencia en un momento realmente delicado. Durante sus cinco años en el cargo, los azules han saneado su situación económica escribiendo las páginas más exitosas de su casi centenaria historia. Dos heroicos ascensos a la categoría de plata en 2021 y 2023 avalan su gestión. Su próximo reto, asentar al equipo de sus amores en el fútbol profesional. Vistiendo la nueva elástica azul para el curso 23-24, Jon Larrea hace una radiografía del club en la entrevista concedida al Diario AS.
¿En algún momento pensó que tardarían tan poco en revivir el sueño de Segunda?
No, porque no te lo planteas. Una vez desgraciadamente no conseguimos mantenernos, yo no me suelo plantear grandes rentos, sino tomar otra vez el pulso, en este caso a la Primera Federación, y hacerlo de la mejor manera posible. Luego, con el trabajo y el esfuerzo se vería dónde tienes que estar. No me planteaba como un objetivo ascender al año siguiente. Es el verde el que manda y gracias al buen trabajo hemos conseguido ascender un año después.
Nadie daba un duro por el Amore después de la marcha de toda la plantilla salvo Seguín y Marino, la competitividad de la categoría, un inicio complicado… Todo estaba en contra. ¿Cómo se fraguó el éxito? ¿Cómo se vivió internamente?
Sabíamos que iba a ser un año duro, que nos iba a costar arrancar porque teníamos que tener un equipo nuevo, 20 de los 22 jugadores que, una vez firmados, se adaptaran. De hecho, en la jornada 7 estábamos los últimos. De puertas hacia fuera no sé si había nerviosismo o impaciencia, pero de puertas hacia dentro veíamos que se estaba trabajando bien y que aún quedaba mucha temporada por delante. Supimos mantener la calma, no nos volvimos locos y afortunadamente, al final de temporada, no solo quedamos campeones de nuestro grupo, sino de toda la Primera Federación.
Dos ascensos a Segunda muy diferentes. El primero en los últimos playoffs de la anteriormente denominada Segunda B y este segundo logrado con el campeonato en la temporada regular. ¿Con cuál de los dos se queda?
Los ascensos son un éxito absoluto para un club de fútbol. Con el matiz de que el primer ascenso lo conseguimos en la época de pandemia, por lo que nuestra afición no pudo acudir al campo ni venir a animarnos. Este año sí ha podido disfrutar por cómo se ha desarrollado la competición con los últimos cuatro partidos tocando la gloria con los dedos, pero no acabábamos de hacerlo. Sobre todo en esos partidos, hemos visto que la afición nos ha apoyado y ha disfrutado. Esa es la gran diferencia con respecto al primer ascenso. Pero los dos son una gozada.
Se dio la casualidad de que el ascenso se culminó en Lezama. Precisamente, la que volverá a ser la casa del Amorebieta la próxima temporada.
Fue anecdótico. El último partido en Segunda lo jugamos contra la Ponferradina en Lezama y este último en el que conseguimos matemáticamente el ascenso también ha sido allí. Somos conscientes de que Urritxe no cumple con los requisitos de los campos de fútbol de LaLiga. Estamos trabajando en intentar que Urritxe sea reformado y vaya cumpliendo esos requisitos, pero siempre nos han recibido en el Athletic con los brazos abiertos y este año también. Intentaremos hacer de Lezama nuestro Urritxe y que la gente nos acompañe para que cada 15 días se viva una fiesta y celebrar que al final del año nos mantengamos.
¿Cómo va el proyecto de transformación de Urritxe?
No es fácil porque es un campo municipal y tienes que ir de la mano del ayuntamiento. Estamos trabajando con ellos, ya les hemos trasladado cuál es nuestra propuesta. Tendremos que ir empujándoles para que entre ambas instituciones podamos tener un campo nuevo.
También está siendo un verano muy distinto en cuanto a la política de fichajes con respecto al primer ascenso en el que se apostó por firmar jugadores de Euskal Herria. ¿A qué se debe ese cambio en el diseño del equipo?
Es verdad que el año de aquel ascenso y el posterior en Segunda jugamos con jugadores de la zona, pero tampoco obedecía a una norma escrita que fuera tajante. Fue circunstancial. El hecho de abaratar los desplazamientos, kilometraje de los jugadores o tener que buscarles pisos de alquiler, nos hizo apretarnos el cinturón intentando reducir nuestra zona de mercado y se produjo esa circunstancia. Años anteriores ya había gente que no era de aquí. Este año, el director deportivo Asier Goiria entendió que teníamos que volver a abrir esas fronteras, que nunca habían estado cerradas. Son decisiones deportivas que obedecen a un criterio deportivo y las respetamos.
En esa confección de la plantilla han llegado jóvenes promesas a préstamo desde equipos de Primera como Félix Garreta (Betis) o Luis Quintero (Villarreal). Siempre está la duda del Athletic a la hora de nutrir de jugadores al Amorebieta. ¿Cómo están las conversaciones con el club bilbaíno?
Nos consta que Asier Goiria está hablando con el Athletic Club, con el cual tenemos una grandísima relación. Ojalá podamos contar con sus jugadores, pero si no se da esa circunstancia, de poco sirve lamentarse. Seguiremos manteniendo la buena relación que tenemos y buscaremos otras alternativas que confíen en este proyecto y nos aporten un montón de cosas. Si son del Athletic, bienvenidos sean, porque para nosotros es un orgullo tener jugadores del Athletic en Amorebieta.
Este año también ha cambiado notablemente el estilo de juego de la mano de Haritz Mujika, junto con el trabajo de Asier Goiria. ¿Hubo alguna duda sobre la continuidad del entrenador y del director deportivo?
No, lo teníamos claro. Ellos habían sido los principales artífices del ascenso y entendíamos que ellos se merecían continuar, siempre y cuando ellos también estuvieran a gusto y confiaran en el proyecto. No barajábamos otra opción que no fuera la de Goiria y Mujika. Incluso Haritz ya ha dicho que esperó a saber si Asier continuaba o no. Por ello, tras cerrar su continuidad, las piezas han ido cayendo. Para nosotros es un lujo. Ambos estuvieron en Segunda y con las conclusiones que sacaran esperemos llegar a buen puerto.
Un pieza fundamental para lograr el ascenso fue Eneko Jauregi. En este caso, se ha demorado más su renovación. ¿Surgieron dudas?
El cuerpo técnico tenía claro que quería seguir contando con Eneko. Pero al igual que él, el resto de jugadores y el propio entrenador, tiene otro mercado al haber conseguido el ascenso. Ellos son profesionales y tienen que mirar por sus propios intereses. Eneko y un montón de jugadores habrán tenido ofertas de otros clubs, pero finalmente hemos conseguido llegar a un acuerdo con él. Estamos encantados y ojalá que este año también quede máximo goleador. Sería una buena señal.
En el plano económico, recientemente se aprobó el presupuesto de 6,8 millones para esta temporada 23-24. Desde su llegada en 2018 a un Amorebieta al borde de la desaparición, el progreso ha sido encomiable. ¿Cuál es la situación económica del club?
El club está saneado. Hace cinco años teníamos un montón de deudas, tuvimos que ir a preconcurso e incluso estuvimos planteándonos cerrar el club y empezar con una nueva denominación. En aquel momento decidimos apostar por la Sociedad Deportiva Amorebieta y cinco años después estamos en Segunda con un presupuesto de 6,8 millones y ninguna deuda. En ese sentido, te da mucha tranquilidad y confianza en la gente que trabaja en el club.
Después de dos ascensos al fútbol profesional en las últimas tres temporadas. ¿Cuál es el próximo objetivo del Amorebieta?
Desde la dirección deportiva lo tienen claro, estar en Segunda. Una vez lo conseguimos y lamentablemente solo estuvimos un año, hemos vuelto a ascender. Ahora, lo que pretendemos es darle cierta estabilidad al club en Segunda División, siendo conscientes de lo difícil y dura que es la categoría.
En el largo plazo. ¿Qué retos se plantea el club?
Somos bastante realistas y cortoplacistas. Tienes que ir previendo un poco el futuro, pero va a depender del plano deportivo. Hay que tener en mente varios escenarios siendo cautos, pero también ambiciosos, que una cosa no quita la otra.
¿Cuánto tiempo se ve como presidente del Amorebieta?
Nos quedan este y otros dos más de mandato. Luego, ya veremos. Además, no es una decisión que tenga que tomar yo. La Asamblea es soberana y en el caso de que decidamos continuar, será ella la que tenga que decidir.
A menos de un mes del inicio de la competición, con ‘una nueva ilusión’ como dice el lema de la campaña de abonados. ¿Cuáles son las sensaciones previas?
Ahora mismo no tengo mucha sensaciones porque el día a día te absorbe. Tenemos mucha ilusión, somos conscientes que somos la SD Amorebieta. Empezamos el primer partido de liga contra el Levante, que estuvo a segundos de ser equipo de Primera División, es un reto importantísimo. Para nosotros todos los equipos son Levantes. Es decir, el Sporting de Gijón, el Zaragoza, el Tenerife... Te podría nombrar los 21 clubs restantes que para nosotros son históricos del fútbol. Lo afrontaremos con mucha ilusión y ganas. Será la pelotita la que decida, pero por ganas y compromiso no va a ser.
En seguida llegan las fiestas del municipio con Karmenak y Santanatxu. ¿Tienen algo preparado?
Durante las fiestas coinciden varios partidos de pretemporada que no se recogen en el programa de fiestas porque no los conseguimos cerrar con la antelación suficiente. También tenemos montada una txosna del club para que la gente se pueda acercar y disfrutar de las fiestas.